A pesar de provenir de una familia con fuerte arraigo ideo­lógico en el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), uno de sus activistas decidió buscar nuevos espacios en el partido Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (Unace) para buscar una banca en la Cámara de Diputa­dos. Se trata del perio­dista radial y televisivo Clari Arias (43), quien encabeza la lista a la Cámara Baja por Central.

La Nación conversó sobre sus proyectos y los aspec­tos que lo motivaron a cam­biar de partido y postularse encabezando la nómina. Indicó que uno de sus princi­pales proyectos en lo que está trabajando es en la pro­puesta de modificar el Código Laboral, en cuanto a la estabilidad del empleado, que según su criterio es más perjudicial que beneficioso para el trabajador.

– ¿Cómo surgió la pro­puesta de la candidatura a diputado por el Unace?

– El proyecto de la Lista 7 Par­tido Unace es un proyecto muy interesante que hace rato se viene formando. En julio del año pasado ya recibí la propuesta de Jorge Oviedo Matto, pero le pedí que busque los consensos con la dirigencia de base del departamento. No quería ningún problema de nin­guna índole con la dirigen­cia, cuando uno aterriza así de repente. Final­mente, después de muchas reuniones con la dirigencia, solo un dirigente no estuvo de acuerdo, el resto sí y salió todo bien.

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Les presenté mi plan de tra­bajo, les expliqué que los partidos deben renovarse, aunque sea de a poquito, con gente nueva. Yo estaba dispuesto a dejar el Partido Liberal para trabajar con ellos. Basado en el cariño y aprecio que tenía hacia Lino Oviedo.

– ¿Qué tal fue ese acercamiento con los afi­liados del Unace?

– El elec­torado del partido Unace es gente muy humilde, es probable que del último eslabón social en la sociedad paraguaya. Esta­mos hablando de que la mayo­ría son obreros, trabajadores, trabajadores del sector infor­mal también. Lo que quieren es la representación de ellos en el Parlamento, en la socie­dad. Eso es lo que la mayoría me pide, representarlos en las situaciones difíciles, así como sus intereses ante algu­nos proyectos de leyes.

No es mala la idea que tiene el Unace de hacer una red de trabajo y solidaria, para los intereses de ellos, del último eslabón de la sociedad. Pero a pesar de su situación de humildad, y muchos casos de desigual­dad, no levantan por ejem­plo banderas socialistas. Son muy distintos al electorado del Frente Guasu, o de otros partidos políticos que están más en la izquierda. Básica­mente es un electorado con­servador, la mayoría diría que, en un 90 %, son un elec­torado católico, conservador, muy humilde y de tradiciones muy arraigadas.

– ¿Qué te motivó a dejar el PLRA, siendo que por años activaste abiertamente con ellos?

– Lo que dejé fue la actividad cívica en el Partido Liberal, legalmente sigo siendo afi­liado al PLRA, no sé qué pue­dan hacer con mi afiliación, pueden expulsarme, suspen­derme, pero es problema de ellos.

Yo vengo de una familia de tradición liberal, y estoy hablando en el sentido ideo­lógico. Mi padre fue presi­dente de la poderosa Juven­tud Liberal, lo que antes se conocía como el Club Libe­ral Alón. Papá, que ya falle­ció, fue miembro del Partido Liberal, desde sus inicios, fue diputado, concejal. Mi madre, que aún vive, sufrió persecuciones de las más atroces, cárcel, violación, de todo por su afiliación liberal. Tengo un tío, hermano de mi madre, Ignacio Samaniego Villamayor, está desapare­cido desde el 15 de setiembre de 1976, víctima de la dicta­dura. Todo esto es una carga emotiva que yo nunca voy a poder olvidar, ni desligarme de esa carga por haber sido liberal. Aunque yo sospecho que en la ideología liberal, y sobre todo en mi madre y en mi tío desaparecido, podría haber más progresismo que liberalismo.

– ¿Cómo con toda esa carga emocional tan arraigada, aún así dejaste el partido para ir con el Unace?

– Yo vi varias figuras muy grandes del pasado, para tomar esta decisión, Ronald Reagan en Estados Unidos, era demócrata y pasó al Par­tido Republicano, Winston Churchill también cambió de partido antes de ser pri­mer ministro británico. Es decir, la gente puede cam­biar, por Dios, todo cambia.

El Partido Liberal nunca fue dueño de mi vida, ni de nada que se parezca. Al contrario, ellos deberían estar agra­decidos por todo el apoyo que les di. Perdí reputación, perdí credibilidad, perdí tra­bajo, perdí dinero, que a mí no me importa perder todo eso. Perdí amigos, perdí todo lo que se puede perder detrás de mis creencias ideológi­cas, pero, sobre todo, creen­cias electorales.

Porque con quién vas a discutir ideología en este país. Entonces, no fue fácil tomar la decisión, pero lo hice por salud mental, porque ya no estaba de acuerdo con esa gente, que finalmente se convirtió en un símil del Par­tido Colorado. Eso que tanto aborrecían ellos, se convir­tieron en un símil. Pero yo no puedo hacer ya las críti­cas desde afuera, ya no me corresponde hacer. Yo tomé una decisión particularísima, personalísima, porque ellos no son dueños de mi vida, y yo nunca pensé ser dueño del Partido, lo único que quería ser es un colaborador.

– ¿Tu madre, cómo tomó la noticia?

  • De la mejor manera. Me dijo, mi hijo, es tu vida, son tus creencias, te deseo lo mejor y yo te voy a apoyar siempre. Ella por supuesto, me va apoyar hasta el último día de su vida, lo mismo que mi hermano y mucha otra gente. Uno siempre busca primero la aprobación de su familia, de los amigos, para construir una idea. Pero ellos están absolutamente de acuerdo, ellos también están desilusionados, no es el mismo partido por el que su hermano fue muerto por los militares. Por el cual nos indemnizaron los argenti­nos ante una cruel desapa­rición. No es el mismo par­tido, por el cual papá nunca pudo trabajar, siendo abo­gado, economista y contador público. Murió en el Hospi­tal de Clínicas, teniendo no una, sino tres profesio­nes. Muchas cosas se sufren detrás de la política, yo ya vi esto.

– ¿Qué harás de llegar a ser electo, con respecto a tu actividad radialista?

– Seguiré trabajando en lo mío, seguiré trabajando en el entretenimiento. En los medios donde me convoquen, como hace 25 años. Jamás pondré en peligro el bienes­tar de mi hija y de mi señora. Por eso, seguiré trabajando en los medios, de ser electo. Ahora lo otro, uno puede arriesgar al 100 %, la credi­bilidad en el Congreso, hasta la dieta en el Congreso puedo disponer libremente para obras de bien, o de caridad. O la construcción de otros proyectos electorales. Pero lo que yo gane en la radio es mío y de mi familia, y de nadie más. Tengo una esposa muy joven, que tiene su pequeño negocio, no es fácil tomar las decisiones, pero estamos.

– ¿Cuáles son tus proyec­tos de llegar a ocupar una banca en la Cámara de Diputados?

– Estoy trabajando intensa­mente con abogados labo­ralistas, quiero eliminar la estabilidad laboral del Código Laboral. Sentarme a nego­ciar eso con otros parlamen­tarios, con sectores gremia­les, sindicales, de las grandes empresas del país. La estabi­lidad laboral antes de ser un logro de los trabajadores ha sido una molestia.

Porque a los 9 años y 6 meses te llama la gente de recursos humanos de la empresa en la que tra­bajas y te dice: Gracias, hasta aquí llegamos contigo. Y vos te quedás hablando pavada, después de haber dado nueve de los mejores años de tu vida a una empresa. Eso es abso­lutamente injusto. Estamos hablando del Código Laboral, que en vez de ayudar a los tra­bajadores, nos está liquidando la existencia. Por eso quiero que se elimine la estabilidad laboral, pero no así la doble indemnización prevista des­pués de los 10 años de trabajo.

– ¿Cómo es eso de eliminar la estabilidad laboral?

– Es decir, se elimina la tonte­ría casi bíblica de la estabili­dad laboral, que no sirve para nada en este país donde hay malos patrones. Pero después de los 10 años se debe seguir pagando la doble indemni­zación en caso de un despido injustificado. Ya no va haber estabilidad laboral.

Igual la empresa te puede echar cuando se le dé la gana. La estabilidad laboral se gana siendo un buen empleado, no escondiéndose después de 10 años. Es lo que hoy en día están haciendo en bancos, medios de comunicación, en fábri­cas. Cuando estás por alcan­zar los 10 años, las empresas buscan negociar tu antigüe­dad, te dan un chequecito y empiezan de cero con la anti­güedad. Allí está la trampa. La propuesta concreta es elimi­nar la estabilidad laboral, que no exista eso de estabilidad laboral, porque en la práctica no existe, es una gran men­tira. Pero que se mantenga la doble indemnización.

– En lo político, ¿cómo estás viendo estas eleccio­nes generales de abril?

– El partido Unace no tiene candidatura presidencial, y lo más probable es que nos man­tengamos en la columna del medio. Pero en forma íntima y personal, yo ya tengo un candidato. Creo que las pri­meras encuestas que se están publicando, están mostrando lo que podría pasar en abril. La diferencia ahora ya es muy grande, y no creo que haya margen de maniobra para el otro candidato.

– ¿Qué opinión tiene con respecto a las chapas pre­sidenciales?

– Personalmente hubiera preferido otras candidatu­ras para la Presidencia de la República. Lo que desapare­ció lastimosamente, es una tercera opción potable. Recor­demos que en el 93 estuvo Guillermo Caballero Var­gas. En el 2003 estuvo Pedro Fadul, en el 2008 estuvo Lino Oviedo. Después en el 2013 no se tuvo tercera opción, bueno estuvo Mario Ferreiro, pero fue muy tenue, y ahora en el 2018, ya no hay una tercera opción.

Cuando hablo de tercera opción, de una ver­dadera opción electoral que tenga fuerza, entre dos par­tidos que son conservadores. No hay una tercera opción, no por mí, sino por los elec­tores. Lamento que el Para­guay haya perdido la tercera opción electoral, a pesar que yo soy partidario del bipar­tidismo, como el norteame­ricano o británico. Pero en América Latina, y sobre todo en América del Sur, hemos forjado otras posibilidades electorales, más allá de un bipartidismo duro. Entonces, los electores tienen que elegir entre "malo" y "malito", y yo ya elegí a quién le voy a dar mi voto, porque pienso votarle a uno de ellos.

– Ahora, con el tema del momento, el tráfico de influencia política en la Justicia. ¿Qué reflexión sacas de todo esto?

– Mi reflexión es muy cercana e íntima, porque el propio pre­sidente del partido Unace se vio envuelto en un escándalo de grabaciones. Una tre­menda injusticia, por 9 segun­dos, que hoy la persona que divulgó las grabaciones dice que ya no tiene más, que ya no recuerda más cómo y en qué momento se hizo. Esto que estoy contando es ade­lanto del expediente porque estoy al tanto. El ex senador Oviedo Matto, presidente del Unace, es mi amigo. Increíble, 9 segundos de grabación bas­taron para intentar liquidar una carrera política de más de 20 años.

– ¿Cree que fue una ver­dadera cacería de brujas todo esto que pasó en el Congreso?

– Hay muchas cosas que se hicieron mal. Pero a mí me agrada ver que cier­tas estructu­ras, viciadas o no viciadas, comiencen a renovarse y me refiero particu­larmente al Partido Colorado. El Partido Colorado ostenta y esto está cruzado con la Justi­cia Electoral, el 80% de los fun­cionarios de la Justicia, y estoy hablando de fis­cales, jueces, de urgieres, secre­tarios, oficiales, auxiliares de Justicia, el 80% está afiliado a la ANR. Y el 20% entre libera­les y otros partidos menores, izquierda, etc.

Por Dios, aquí siempre hubo siempre un solo beneficiado del tráfico de influencias y es la gente del Partido Colorado, y en segunda medida la gente del Par­tido Liberal; son los que manejan a sus anchas la nomina­ción de jueces, fis­cales. Que se caigan ciertas estructuras, repito, viciadas o no, a mí me agrada mucho, porque la renovación siempre es buena.

PERFIL

JUAN CLARI ARIAS SAMANIEGO

Edad: 43 años

Estado Civil: Casado con Katya Jasisnky (1 hija)

Egresado del Colegio Nacional de la Capital.

Llegó hasta el tercer semestre de la carrera de Ciencias Políticas de la Universidad Católica Nuestra. Sra. de la Asunción.

Se inició como ordenanza y auxiliar en la Junta de Asunción (1986-1988), Cámara de Diputados (1988), auxiliar contable en el Estudio Contable Arias Díaz (familiar), auxiliar de marketing en el Diario ABC Color (1990-94), Redactor creativo, gerente de Marketing, director de programación, locutor en Radio Venus (1994-2002). Fue columnista del Diario La Nación (2003/04 – 2016/17). Fue miembro del Comité Político del PLRA. Ocupó el cargo de superintendente de Comunicación en la Itaipú Binacional.

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