En el 2011, la agroganadera Sanja Pytã, del sobrino de Antonio J. Vierci, acordó con la ANNP arrendar el puerto de Concepción por cinco años. La empresa debió realizar mejoras por unos G. 1.200 millones, abonar un canon mínimo de US$ 10 mil por mes y operativizar la terminal granelera. Una auditoría del 2014 corroboró que nunca hicieron las mejoras, tampoco estaban al día con el canon y encima subarrendaron el puerto en abierta violación al contrato. Es por ello que la administración actual rescindió el contrato y Vierci apeló para no perder el negocio.
- POR JORGE TORRES ROMERO
- PERIODISTA
En fecha 8 de agosto del 2011 la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP), presidida en ese entonces por el abogado Vidal Francia Zaracho, durante el gobierno de Fernando Lugo, firmó un contrato de arrendamiento y operación comercial de las instalaciones graneleras y silos de la terminal portuaria de Concepción – Puerto Nuevo con la firma agroganadera Sanja Pytã SA, representada en dicho acto por su apoderado general Lic. Eduardo Raúl Vierci Bertón, sobrino del empresario Antonio J. Vierci.
El acuerdo tenía inicialmente un plazo de cinco años, prorrogables, y en los 30 primeros meses de vigencia la empresa debía abonar a la ANNP la suma de US$ 10.000 mensuales. Este monto, considerado irrisorio para el volumen de operaciones que se podrían realizar en un puerto de estas características, fue establecido porque en una de las cláusulas del contrato la agroganadera Sanja Pytã SA se comprometía a realizar inversiones y mejoras en la terminal.
En efecto, en la cláusula 12ª la arrendataria obligaba a realizar reparaciones de urgencia conforme al relevamiento de la gerencia de Obras Portuarias de la ANNP. El contrato especificaba que las reparaciones a ser efectuadas debían ser realizadas para dejar la terminal granelera en condiciones de operación segura, identificando los trabajos necesarios con una inversión total que ascendía a la suma de G. 1.149.663.694.
Asimismo, la empresa de Vierci se comprometía a la conservación y mantenimiento preventivo periódico de las instalaciones, maquinarias, equipos y accesorios o partes de las mismas que forman parte del sistema operacional de la terminal granelera.
INCUMPLIMIENTO
Sin embargo, un informe de la Auditoría Interna de la ANNP, de fecha 21 de enero del 2014, detectó serias irregularidades e incumplimientos contractuales por parte de la firma arrendataria, entre los que se encuentra el hecho de que subarrendaba el establecimiento a otra empresa denominada Concrecal, en violación a la cláusula 5ª del acuerdo.
Además, se constató el estado de abandono y deterioro de los tanques de combustible, también la falta de mantenimiento de la infraestructura e instalaciones, maquinarias, equipos y accesorios que se encontraban en estado deplorable.
En otro punto de su informe, la auditoría insta a verificar la inversión de G. 1.149 millones a la que se había comprometido Vierci, atendiendo al estado general de las instalaciones en el momento de la fiscalización.
Resulta evidente que la empresa agroganadera Sanja Pytã SA nunca realizó las inversiones ni las mejoras que se había comprometido e incluso habría lucrado con el local, puesto que lo subarrendaba a otra firma comercial.
Según la auditoría, la empresa de Vierci ni siquiera abonaba los servicios básicos, ya que la ANNP emitía cheques mensualmente en concepto de suministro de energía eléctrica.
OTRO SOBRINO DE VIERCI FUE EL ABOGADO
El abogado Santiago Martínez Vierci, también sobrino del empresario de medios, fue el representante legal de la agroganadera Sanja Pytã, firma que no quiso aceptar con condiciones la rescisión del contrato con la ANNP y por ello iniciaron un juicio ante el Tribunal de Cuentas.
Si bien la rescisión del contrato se firmó en el 2014, un año después recién la Administración de Puertos pudo desalojar del lugar a la agroganadera de la familia Vierci a través de una demanda de desalojo.
El juicio promovido por el representante legal de la agroganadera de Vierci tampoco prosperó, ya que el tribunal declaró su incompetencia para atender el juicio y ordenó que el caso se recurra en la instancia civil y comercial.
Interés de grupo empresarial genera oposición a nuevo plan
El empresario Antonio J. Vierci mueve toda su fuerza comunicacional para truncar el nuevo proyecto de lo que será el puerto granelero en Concepción, donde la agroganadera Sanja Pytã, vinculada a su familia, realizó negocios particulares sin generarle ganancias al Estado, como establecía el acuerdo comercial.
La nueva "operación de prensa" de los medios de Vierci confronta con las ansias de progresar de regiones enteras del Norte; el problema de los bitrenes, al igual que en el caso de los transportistas, sería solo un pretexto que esconde los poderosos intereses del empresario de supermercados y medios.
Los medios del Grupo Vierci están en plena campaña para boicotear el arrendamiento de la terminal a la firma Baden SA, que por medio de una alianza estratégica de inversión acordada con la ANNP reacondicionaría la terminal portuaria para recibir un millón de toneladas de soja de la zona de Mato Grosso do Sul del Brasil, generando un tremendo potencial económico a los departamentos de Concepción y Amambay.