El escándalo de los audios filtrados saltó el 14 de diciembre del año pasado, días antes de las internas de los partidos políticos. Coincidentemente, en la nota fraguada de fecha 20 de octubre del 2017, que envía la fiscala Brígida Aguilar a la empresa Tigo Paraguay, en la que solicita los extractos de llamadas, aparecen los números telefónicos del ex secretario del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), Raúl Fernández Lippmann y del abogado Carmelo Caballero. A ambos, según los audios divulgados por la prensa, se los escucha arreglando y "cocinando" causas y expedientes judiciales.
¿Por qué la fiscala pide los extractos de esos números? Y acá surgen varias hipótesis, la primera es que la agente fiscal, en contubernio con otras personas, estaba al tanto de la existencia de esos audios. Lo otro, que en realidad estaban haciendo el seguimiento al caso Secta Moon, ya que también se solicitó el extracto del abogado José Fernández Paganetti, quien aparece invocado en uno de los audios vinculado al pleito de la Secta Moon, y en donde se menciona que el abogado Guillermo Duarte Cacavelos estaría con pretensiones de manejar la causa. Y lo otro, que la fiscala directamente es utilizada como instrumento legal para obtener extractos de llamadas telefónicas.