La modificación de la estructura tributaria vigente, sin un análisis serio y riguroso, puede afectar a sectores sensibles, como el alcohol, el tabaco y la soja. Fernández Valdovinos dice que no es prudente comenzar a atacar de manera particular a ciertos sectores.

El presidente del Banco Central del Para­guay (BCP), Car­los Fernández Valdovinos, afirmó que "hay que pensar y hacer de manera racional la reforma tributaria que querramos y no de manera pasional y antes de unas elec­ciones". Se refirió así a la idea impulsada por algunos polí­ticos del Congreso Nacional de elevar el impuesto a rubros sensibles para la economía nacional, como por ejemplo el tabaco. Fernández Valdo­vinos estuvo ayer en los estu­dios de Radio 1°. de Marzo, en el programa "Marcando Pautas", que conduce Carlos Peralta.

El funcionario es del parecer que rubros sensibles como el alcohol y tabaco, si bien tienen sus externalidades, deben considerarse como un todo y no de manera particu­lar, sin perder de vista que la estructura impositiva debe ser igual para todos en líneas generales.

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"Pero quiero forzar un poco más el análisis (…) El tabaco es bastante controversial y polémico, y vamos a la cues­tión del alcohol. Aquí tengo dos pensamientos. ¿Vamos a poner también impuestos más altos para las motos, que es donde se producen los accidentes? Pero yo con­sidero que no sería muy buena idea. Y segundo, el alcohol, ¿vamos a subir (el impuesto)? Entonces, eso implicaría matar, entre el cigarrillo y el alcohol, prácti­camente el 80% de los nego­cios en Ciudad del Este. Por eso digo que hay que pensar y hacer de manera racional la reforma tributaria que que­rramos y no de manera pasio­nal y antes de unas eleccio­nes. Estoy de acuerdo en que tenemos algún espacio para subir algún impuesto pero sin perder competitividad. Pero vamos a hacer algo así de manera pensada y no en el medio de una campaña política", sostuvo, de manera categórica.

En un claro mensaje para aquellos que solo buscan incrementar el tributo a determinados rubros de manera aislada, significó que lo importantes acá es ver realmente "cuáles son todos los impuestos que necesitamos ajustar y no solamente dos que hasta ahora escuché, que son tabaco y soja, porque esto va a tener consecuencias para mucha gente, más allá de a quién se le quiere ata­car particularmente ahora".

PREOCUPADO POR “CÁLCULOS RÁPIDOS”

El titular de la banca matriz, Fernández Valdovinos, mani­festó su preocupación por los "cálculos rápidos" que hacen ciertas personas sobre la posibilidad de aumentar hasta US$ 800 millones más las recaudaciones si se incre­menta el impuesto al tabaco. "Esa es una cuestión errada", aseveró. Cree que hay que tener mucho cuidado para tocar la estructura tributa­ria actual porque ciertos pro­ductos pueden pasar a ser más caros y Paraguay podría per­der competitividad.

"Hay que tener cuidado. A mí no me gusta empezar a tocar la estructura tributaria como para afectar a ciertos secto­res. Esto es un todo. Hay unos equilibrios muy delicados en toda la estructura tributaria que se tiene ahora. No es que estoy en contra del aumento tributario, sino que uno tiene que ver la cuestión como un todo y no de forma parcial. Si se va a tocar un impuesto para un determinado sector, el otro puede decir: bueno… el ciga­rrillo está ganando mucho. Pero también están ganando mucho los agroexportadores, pero también están ganando los bancos, que registraron US$ 300 millones, y vamos a empezar a atacar a todos los que están ganando más o vamos a hacer una regla para todos en general y no importa a qué actividad estás dedi­cado. A mi me gusta más hacer una regla general para todos", añadió.

EXCUSAS QUE SON PELIGROSAS

El alto funcionario público advirtió que es peligroso ata­car solamente a un sector por­que si se obra de esa manera al final se puede extender la práctica a otros rubros sensi­bles. "Es decir, excusas para ponerles impuestos a ciertos sectores vamos a tener siem­pre y eso puede llegar a ser peligroso", alertó.

"Yo creo que un buen sistema tributario en la mayor parte debe tener un sistema único para todos los sectores y que sea el sector privado final­mente a qué sector se va a dedi­car. Entonces estoy a favor de si va a haber un incremento, primero tiene que ser pensado y a través de todos los secto­res y no un impuesto nomás en particular y segundo que sea para todos lo sectores", recalcó.

Afirmó además que antes que incrementar el impuesto al tabaco, se debe pensar en eliminar las excepciones impositivas. "No me gusta tocar la estructura tributa­ria para afectar a un sector, no estoy en contra de aumen­tar impuesto, sino de ver de forma parcial", manifestó Fernández Valdovinos en la entrevista. Insistió en que está a favor de hacer una regla general con una estructura tributaria igual para todos y no atacar sola­mente a un determinado sec­tor, como el tabaco, el alcohol o las entidades bancarias.

Fernández Valdovinos des­tacó que Paraguay se carac­teriza por tener sus impuestos bajos, lo que tiene sus ventajas y desventajas, principalmente en términos de gastos sociales que necesita hacer el Estado.

La industria tabacalera emplea a un total de 4.000 personas de manera directa; aporta al IPS US$ 6,6 millones al año y más de US$ 120 millones al fisco de manera anual.

16.000 FAMILIAS DEPENDEN

Cabe destacar que unas 16.250 familias dependen del cultivo, cosecha y comerciali­zación del tabaco, de manera directa, en los departamen­tos de Concepción y San Pedro. Además de esta acti­vidad agrícola tabacalera, se suman otros 4.000 trabaja­dores que dependen directa­mente de la industrialización del tabaco, cuyas empresas responsables generan ingre­sos al fisco por un valor pro­medio anual de US$ 120 millones.

Llamativamente, algunos legisladores están empecinados en destruir esta cadena de valor movidos por intereses políticos, persona­les y económicos.

Las 15 fábricas nucleadas en la Unión de Tabacaleros del Paraguay (UTP) se verán cla­ramente golpeados si pros­pera en el Congreso la inten­ción de duplicar el impuesto al rubro del tabaco, con más razón cuando sus impulso­res –entre ellos la senadora Esperanza Martínez– admi­ten que la idea no es solamente subir las recaudaciones, sino "desalentar" y reconvertir la industria.

En el norte del país, más de 16.000 familias mejoraron su nivel de vida gracias al cultivo del tabaco Virigina, cuya producción tiene mercado asegurado.

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