- Por JORGE COHLER
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El consultor internacional, Juan Vera Gil, quien visitó recientemente el país para ofrecer una conferencia sobre los distintos dominios que afectan a la acción política, mencionó que para hacer las cosas posibles es necesario intervenir en el mundo, producir cambios y actuar sin olvidar que lo político aparece también en el mundo de las organizaciones y se expresa en las relaciones de poder. Destacó que la ciudadanía debe tener un mayor protagonismo en la política ya que pese a estar hastiada de las promesas incumplidas por varias generaciones, la vida diaria está directamente relacionada con la política y el cambio de paradigmas con que se le observa al líder permite que mediante micropoderes se pueda tener una vida política que trascienda las redes sociales. Indicó que un ciudadano responsable no puede desatender lo que ocurre en la política.
–¿De qué se trata su conferencia de coaching (entrenamiento) en la política, para construir una sociedad protagonista?
–Cuando uno habla del coaching político lo primero que piensa es en el coaching dado al propio político, a la propia persona que tiene una posición de poder y efectivamente esa es la línea más habitual, lo que yo quiero extender en este encuentro con personas del mundo empresarial, dirigentes jóvenes y gente de la política es que hablar de coaching político también implica empoderar a la sociedad.
–¿Cómo se transmite la necesidad de empoderamiento?
–Acá hay una corresponsabilidad, yo entiendo que no es un tema paraguayo ni mucho menos, es un tema mundial la decepción que existe hoy en las nuevas generaciones y el mundo en general sobre la política y las posibilidades que esta trae. Como consecuencia de eso yo diría que hay que abordar esto de una forma mucho más corresponsable.
–Con el desarraigo ciudadano hacia la política ¿En qué posición se queda el político?
–Es verdad que cada vez ejercer el poder en una sociedad como la que tenemos es más difícil, con muchos micropoderes, con mucha fragmentación del poder. Es fácil ponerse en la situación de víctima, pero hasta qué punto no existe una forma de generar opinión, ustedes se dedican a eso de alguna manera que permita construir una sociedad no basada solamente en comportamiento de aquellos que una vez cada equis años votamos.
–¿Qué fue lo que generó este alejamiento de la ciudadanía hacia la política?
–Hay varias líneas que tenemos que mirar de formas separadas, hay una que es la que los medios recogen más y que lamentablemente tiene mayor presencia en el golpe a la ciudadanía que es la corrupción. Cuando tu te das cuenta que la corrupción no solamente ocurre en pequeños países bananeros como se los nombra entre comillas, sino que sociedades que tenían mucho prestigio también se corrompen porque de alguna forma la gente llega al poder y por falta de control social va habiendo un cambio de conciencia valórica y eso tiene mucho peso, pero pasa otras cosas como el hecho que el propio concepto de la representatividad en la que se basa la política ha cambiado.
–¿La decepción, a más de la corrupción es por la falta de ajuste en los programas políticos o por la oposición hacia el representante único del pueblo?
–Yo no me atrevería a separar las dos cosas, al final lo que ocurre es que baja la confiabilidad que básicamente es que yo no confío en tus promesas, es decir, no creo en tí porque de alguna forma nos han hecho muchas promesas que no se han cumplido. Hay una decepción de la capacidad que los líderes tienen de cumplir esas promesas, ahora ese incumplimiento puede venir por distintas causas, a veces porque no es tan cierto que cuando alguien llega al poder tenga tanta movilidad, precisamente por lo que he dicho de esa fragmentación del poder.
–¿El quiebre de relaciones ciudadano-político perjudica más de lo que favorece?, teniendo en cuenta el tema de los micro-poderes donde la gente tiene autorepresentatividad.
–No nos es indiferente que al final es verdad que hay un alto nivel de decepción, pero a donde nos lleva, o sea qué logramos cuando nos quedamos simplemente en la frustración. En cualquier caso, yo diría el que promete y la promesa están dentro de un mismo paquete de identidad, por lo tanto quizás por parte del ciudadano hay que acercarse más a entender que a veces en la vida jugamos al autoengaño, luego echamos la culpa al otro pero nos hemos autoengañado o hemos dejado que ese juego ocurriera, lo que considero es que cada vez hay una ciudadanía más informada, el mundo nos está dando señales más evidentes de que todo esté interconectado, de que la política no es cosa de los políticos, porque te afecta tu vida y afecta la mía en el nivel de educación, el nivel de seguridad, el nivel de empleo, la comodidad de las ciudades, afecta la vida real, no es una entelequia, por eso la política es una actividad mucho más colectiva y ese es un mensaje sustancial para hacernos un poquito más protagonista.
–¿Hay un problema en la generación de los líderes, por lo menos el ideal del líder?
–Hay un problema en el acercamiento de la figura del líder, como uno pensaba que era un líder no, o sea ya no surgen personas a caballo que tiene la verdad en la boca y un discurso estupendo pero a mi me parece bien que no existan ese tipo de líderes. Yo creo que lo que pasa es que se debe reconceptualizar el concepto de liderazgo y de hecho lo está, cuando uno estudia en las escuelas de liderazgo te das cuenta que hoy en día lo que no buscamos o mucha gente no busca es líder que me traiga todas las repuestas, lo que busco es quiénes son los creadores de contextos que nos permiten la convivencia y el diálogo, qué personas son articuladores.
–¿Y cómo está constituido actualmente el líder?
–Hoy veo al líder más unido a verbos como articular, movilizar y generadores de contexto, quizás antes creíamos que eran esas personas preclara, salvadores, iluminados, no siento que la sociedad madura pida eso, aun cuando hay signos en el mundo como en Estados Unidos que dicen bueno ahí hay un grupo muy significativo que busca un salvador, alguien que me defiendan de los latinoamericanos que me quitan los puestos de trabajo o esta gente que tiene otras religiones y que son terroristas, pero no creo que eso represente la búsqueda mayoritaria de una sociedad madura.
–¿Cuál es su opinión con relación a la política en Paraguay y cómo ve las próximas elecciones presidenciables?
–Yo no soy un experto en la política paraguaya por tanto no voy a entrar en detalles, me interesa la política en general y lo que yo veo es que este es un momento de renovación, porque cuando alguien está hace mucho tiempo en el ejercicio de algo pierde perspectiva, o sea empieza a ver el mundo de una forma mucho más monolítica, si algo le hace falta a las sociedades es renovación de la política. Creo que es momento que haya apertura a personas que vengan con la mente más joven, más fresca, más abierta.
–¿En qué sentido habla cuando dice que es tiempo en que haya mente más joven en la política?
–Que traten de hacer algunos cuestionamientos hacia lo que ha sido la manera que hemos conducido a nuestra sociedad, a no ser que haya un nivel de satisfacción altísima, que dijera todo el mundo está contento, sigamos, pero te das cuenta que hay ese descreimiento, digo, ojalá la sociedad se abra a dar oportunidad a quienes traigan una mirada de volver a resignificar valóricamente al Estado, o sea no solamente son números los que tenemos que buscar, hay que buscar resignificación valórica para que no haya esa sensación de la corrupción o cualquier cosa que de alguna forma implique que haya señales de abuso, porque unos tienen el poder y otros no lo tienen.
–¿La conducción de esa renovación deberá darse por parte de un político de raza o una persona con más perfil técnico?
–Lo principal es evitar la dicotomía, tenemos que trascender esto de que el político o el técnico, el mundo no siempre es disyuntivo, es copulativo, yo diría político y técnico. El Gobierno anterior tomó la decisión de que fuera todo un gobierno técnico y al rato tuvo que cambiarlo porque solo con técnica no se resuelven problemas que tienen naturaleza política, la eficiencia es muy conveniente, la gente que vemos en la gestión hace trabajo muy conveniente, pero hay veces que cuando el poder está fragmentado y los sistemas complejos, tu tienes que llegar a múltiples acuerdos para que las cosas sean posibles.
PERFIL
Nacionalidad: Española
Formación: Estudios universitarios en Filosofía y en Informática de Gestión y Master en Dirección de Empresas.
Trayectoria: Se desempeña en el ámbito de la consultoría desde 1989 y es Coach desde 1994. Fue cofundador presidente y director general de Esden, escuela de negocios española, entre 1972 a 1994 dirigió un grupo empresarial vinculado a la educación y las nuevas tecnologías.
Actualmente es Consultor Internacional y Socio de la empresa Gestaccion Consultores SA con sede en Chile. Dirige el Programa de Coaching a la Política y el Poder de Newfield Netwok y es profesor del Magister de Habilidades Directivas de la Universidad Adolfo Ibáñez en Chile a cargo de las asignaturas "Coaching y Acompañamiento" y "Liderazgo efectivo".
Ha realizado más de 12.500 horas de coaching individual a directivos y políticos en Latinoamérica y España, entre ellos a 7 ministros, 12 subsecretarios, 4 alcaldes y 2 intentendentes Regionales (Gobernadores). Su principal especialidad es el coaching en el ejercicio del Poder.