Rodrigo Granda, conocido como el “canciller de las FARC”, fue el centro de la noticia durante la última semana por haber sido retenido durante unas horas en México por pedido de Paraguay, que busca procesarlo por homicidio y secuestro en el 2004 de Cecilia Cubas. El guerrillero regresó sorpresivamente a Colombia y levantó una gran controversia diplomática.
Tras este suceso, la hermana de la secuestrada y muerta en cautiverio, Silvia Cubas, habló con medios colombianos para denunciar nuevamente a quien las investigaciones sindican como el autor intelectual del secuestro. “La Fiscalía paraguaya tiene todo el circuito en el que se puede demostrar en un juicio el grado de implicancia de las FARC en el secuestro de mi hermana”, sostuvo a un medio colombiano, sobre el excomandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
“Mi hermana fue secuestrada al salir de su trabajo, cerca de su casa el 21 de setiembre del 2004. Con el transcurrir del secuestro y la investigación se pudo comprobar fehacientemente que los secuestradores de mi hermana fueron entrenados, asesorados, adoctrinados y aconsejados, antes, durante y después del secuestro, no solo por Rodrigo Granda, sino también por altos directivos de las FARC”, expresó Cubas, entrevistada por Revista Semana.
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Evidencias que vinculan a Granda
Consultada acerca de las evidencias que llevaron a la Justicia paraguaya a sostener que Rodrigo Granda tuvo una participación en el secuestro, explicó: “Nuestra comunicación con los secuestradores se daba a través de una cuenta de correo electrónico, que era como una canasta común, usábamos ambas partes la misma dirección. Nuestro asesor encontró un correo en la papelera de reciclaje que ellos se olvidaron de eliminar”.
Continuó su relato diciendo: “Gracias a ese correo electrónico y a la colaboración de Microsoft se pudo identificar de qué IP venía ese correo electrónico y establecer una conexión como una ramificación de todos los correos con los que tenía conexión esa cuenta de correo electrónico. Es ahí donde comprueban la conexión que tenía el correo trotador505 que era el usuario que utilizaba Rodrigo Granda”.
Indicó que se accedió a todas las comunicaciones entre ellos y se puede comprobar cómo tiempo antes les invitan a viajar para recibir el entrenamiento adecuado que necesitan y cómo antes del secuestro empiezan a hablar de lo que denominan “la empresa” y “la agricultura”. Asimismo, se comprueba cómo durante el secuestro ellos recibían asesoramiento a través de esta cuenta de correo, relató la hermana de la fallecida, en alusión al grupo de secuestradores, que incluía a algunos miembros del Partido Patria Libre, que sentó las bases para la creación del grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
“Cómo torturar psicológicamente a la familia”
Asimismo, Cubas señaló que en el contenido de los correos se pueden constatar las indicaciones que recibían los secuestradores de cómo torturar psicológicamente a su familia. “Cómo tenían que presionar con la vida de ‘la fruta’, como le decían ellos (a Cecilia), cómo tenían que manejar los ‘cultivos’, ‘los agrónomos’, términos que tenían relación con lo que venían conversando antes”, dijo Silvia Cubas.
En esa línea, sostuvo además que les indicaron cómo tenían que dar “fin a la empresa” porque se estaba poniendo complicada la cuestión y fue lo que efectivamente hicieron. “Ellos no solamente secuestraron y torturaron a mi hermana, sino que además de eso la enterraron viva”, relató a los medios colombianos, que dan seguimiento pormenorizado de las presuntas acciones criminales de las FARC.
Rodrigo Granda y su no detención
El partido Comunes, que surgió del desarme de los rebeldes, anunció el martes pasado la captura de Granda ante una “circular roja” de la Interpol activada cuando el exguerrillero viajaba hacia México para participar en un foro político de partidos de izquierda. Paraguay informó que gestionó la solicitud de captura ante México, pero el gobierno de Andrés Manuel López Obrador señaló en un boletín que Granda regresó a Colombia antes de que pudiera considerar el pedido.
A su llegada a Bogotá, el canciller de las FARC, como era conocido Granda en la época del conflicto, afirmó que “regresó voluntariamente” y denunció una supuesta maniobra del gobierno colombiano para torpedear el proceso de paz mediante su captura.
En el 2008, un juez paraguayo ordenó su captura por su presunta relación con el secuestro y posterior asesinato de la hija del expresidente Raúl Cubas, ocurridos en el 2005. Según la investigación, el grupo armado paraguayo que la tenía en su poder recibió instrucciones de los entonces rebeldes colombianos a través de Granda.
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Los líderes de la desmovilizada guerrilla están respondiendo en libertad ante la Justicia Especial de Paz (JEP) por delitos como secuestro y reclutamiento de menores, sin que todavía hayan sido condenados. Granda viajó con permiso de la JEP y a su regreso pidió que el proceso se incluya en el expediente que tiene abierto en ese tribunal.
Los exguerrilleros que confiesen sus crímenes y reparen a las víctimas recibirán penas alternativas a la prisión. De lo contrario, se expondrán a penas de hasta 20 años. Granda relató que al aterrizar en México le notificaron que se había activado una “orden de captura dormida de Interpol”. Según el exguerrillero, se trató de una maniobra de “altísimos funcionarios del gobierno colombiano” en contra del acuerdo de paz.