La senadora liberal Blanca Lila Mignarro describió de manera detallada los excesos en los cuales incurren los integrantes del brazo ejecutor de la oposición para disuadir a los legisladores pro-enmienda de seguir adelante con el proyecto.

Fue durante una entrevista en la Radio 970 AM durante el programa "Ahora Después". El relato de Mignarro desnuda hasta qué punto la oposición anti-enmienda está dispuesta a llegar, ya que sus provocadores – tanto los de carne y hueso, como los de las redes sociales – no conocen de límites en sus actos, llegando hasta a amenazar la integridad física de niños de dos y tres años solo por el hecho de ser hijos de un adversario político, según denunció la parlamentaria.

"Llegamos al extremo de que, si alguien no está de acuerdo conmigo, tengo que organizar una patota – hace meses que están patoteando con sueldo del Estado, porque muchos de ellos son planilleros –, e ir a escrachar, reventar los bienes de una familia", protestó Mignarro.

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"Es una cuestión temeraria. Se crean perfiles falsos (en redes sociales) y se dicen cosas temerarias, cosas de terror: contra la madre, la hija, el hijo. 'Le voy a matar, violar, asesinar.' Llegamos a una situación límite", añadió.

Dijo también que los insultos y amenazas se pasaron de la raya y abiertamente escarnecen y amenazan.

"Creía que no existía en la faz de la tierra a quien no le conmueva (el sufrimiento ocasionado por el cáncer). Hay un senador cuya esposa sufre de cáncer y está bajo tratamiento. Sale alguien en redes sociales y dice que 'suerte que su esposa se está pudriendo de tal enfermedad.' O le dicen al senador (Blas) Llano: 'sabemos donde están tus hijos y vamos por ellos. Les pueden suceder cosas muy malas'. Los niños tienen 2 y 3 años. Es de terror", admitió.

Seguidamente, la senadora expresó que, en el ámbito del Congreso, las cuestiones públicas deberían de debatirse, no trabarlas porque afectan intereses personales o sectoriales.

"El pleno o los que quieran tienen que discutir la cuestión que sea y votar, como tiene que ser. Por eso modificamos el artículo del reglamento señalando que toda nota, proyecto, queja, lo que sea, tiene que ingresar por mesa de entrada y llegar al pleno para que todo el mundo tenga conocimiento.

Que cada quien diga su argumento, a favor, en contra. Luego se lleva a consideración", expuso.

"Por ejemplo, yo estoy en contra del aborto, pero no por eso voy a decir que no entre el proyecto. Discutiré en el pleno, pondré mis argumentos. Pero no por eso voy a estar insultando, escrachando a todo el mundo que no esté de acuerdo conmigo. Hay que respetar", insistió.

"Se está queriendo convencer a la gente a garrotazos que lo que dice una minoría tiene más valor que lo que dice la mayoría", finalizó.

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