• Por Nilza Ferreira

La donación de órganos no solo permite sal­var vidas, sino tam­bién denota caridad al tra­tarse de un acto voluntario que mejora las condiciones de vida de otros. Un donante multiorgánico puede benefi­ciar hasta a siete pacientes en espera por diferentes órga­nos y en Paraguay existen 300 personas que aguardan la oportunidad de acceder a los trasplantes.

En Paraguay, se conmemora el 12 de setiembre como el Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos, en honor al Dr. Marcos Aguayo Rodrí­guez, el primer donante cada­vérico del país.

El Dr. Hugo Espinoza analizó la cultura de la donación de órganos en Paraguay.FOTO: NÉSTOR SOTO

En diálogo con La Nación/Nación Media, el director del Instituto Nacional de Abla­ción y Trasplante (INAT), Hugo Espinoza, analizó la cultura de la donación de órganos. Destacó los avan­ces en equipos médicos de ablación y trasplante y la infraestructura disponible para los complejos procedimientos quirúrgicos e instó a la población a perder el miedo y a fomentar esta práctica altruista.

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“Lo primero que hay que decir es que los trasplantes de órganos dependen de la donación. Eso es un punto muy importante, o sea que si no hay donación no puede haber trasplante”, afirmó. El médico aseveró que cada día hay una necesidad creciente en la población de todos los países.

“Muchas indicaciones hoy son a base de lo que llamamos el trasplante de órganos o de tejidos. Eso evidentemente se debe al gran avance que tienen las Ciencias Médicas, los progresos de la farmaca­logía, de la terapia intensiva. Los progresos de los sistemas organizativos de los países que brindan una atención de salud pública a sus ciudada­nos”, destacó.

Así también resaltó la espe­cialización de los médicos, enfermeras y el importante aporte de los laboratorios. “Hay un progreso extraordi­nario de los estudios de labo­ratorio que hoy permiten determinar cuál será el mejor receptor en base al donante que se obtiene, a través de los estudios de histocompatibili­dad”, mencionó. Estos avan­ces también llegaron a Para­guay, aunque no cuentan con el respaldo ciudadano que los médicos esperan, consi­derando las necesidades de nuestra población.

“Y mucha gente pregunta qué pasó con la ley, es útil o no es útil. Y esa es una pregunta muy difícil de responder. Porque antes que la ley existe todo un sistema operativo que hace varios años está en mar­cha en donde hay una insti­tución que se encarga exclu­sivamente del trasplante de órganos (INAT)”, subrayó.

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