En un solemne acto, la Arquidiócesis de Asunción dio la apertura de la causa de bea­tificación de monseñor Pedro Shaw, misionero de la con­gregación Oblatos de María Inmaculada (OMI) cono­cido como “Pa’i Puku”, en la parroquia La Encarnación de Asunción. Así también, se realizó una misa en con­memoración del centenario del religioso nacido en Bél­gica el 6 de setiembre de 1925, radicado en Paraguay desde 1952 y fallecido el 21 de junio del año 1984 en el Chaco.

Desde el 6 de setiembre se encuentra expuesto, en la puerta de la Catedral Metro­politana, el edicto sobre la apertura de la “Causa de beatificación de monseñor Pedro Shaw OMI” y estará disponible durante tres meses, plazo en que los fie­les pueden aportar informa­ción o documentos relevan­tes sobre su vida y virtudes.

“Invitamos a todos los fieles a comunicar directamente o hacer llegar al Tribunal Arquidiocesano, cito en la Curia Metropolitana, toda información que pueda, de algún modo, aportar ele­mentos favorables o contra­rios a la fama de santidad del mencionado monseñor Pedro Shaw“, expresaron durante la presentación.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Recordaron que monseñor fundó la escuela y radio Pa’i Puku en el Chaco, donde fue muy querido por las obras sociales que realizó. “Las obras son sus herencias para el Chaco. El lugar de su muerte es sitio de misas y peregrina­ciones, en el lugar hay una capilla denominada Centro Espiritual”, expresaron.

Tras la muerte del Pa’i Puku fue creciendo su fama de san­tidad reflejada en sus vir­tudes evangélicas y de sig­nos, por lo que el reverendo Diego Sáez Martín, postula­dor general de los Misione­ros Oblatos de María Inma­culada, decidió dar apertura de la Causa de beatificación y canonización.

Monseñor Pedro nació en Bélgica el 6 de setiembre de 1925 y falleció el 21 de junio del año 1984 en un trágico accidente a la altura del kilómetro 28 de la Ruta Transchaco, en la zona de Remansito. Hizo su pri­mera profesión religiosa en el año 1946 en la Congrega­ción de Misioneros Oblatos de María Inmaculada.

Déjanos tus comentarios en Voiz