En el corazón de América del sur y de la temporada de frío en Paraguay es un momento crucial para reflexionar sobre la salud respiratoria de nuestra población y tomar las precauciones necesarias para protegernos a nosotros mismos y a nuestras familias, señala el Dr. Georges Michel Blanc Grosso, miembro del equipo medico de RapiDoc y especializado en medicina familiar y comunitaria.

A la luz de las últimas actualizaciones y tendencias epidemiológicas, es vital que mantengamos una vigilancia activa y una conciencia plena sobre los riesgos que enfrentamos.

Como es habitual en esta época del año, las Infecciones Respiratorias Agudas (IRAs) continúan siendo una de las principales causas de consulta médica en la atención primaria de salud, especialmente entre los niños y los adultos mayores. Los virus como el Sincitial Respiratorio (VSR), la influenza y el rinovirus circulan con mayor intensidad.

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Aunque la vacunación contra la influenza ha sido una herramienta efectiva y bien implementada en nuestro país, es fundamental recordar que existen otros agentes virales que pueden causar cuadros severos. La buena noticia es que la red de salud pública y privada ha fortalecido sus protocolos de detección y tratamiento. Sin embargo, el principal desafío sigue siendo la prevención.

Medidas tan simples como el lavado frecuente de manos, el uso de alcohol en gel y evitar aglomeraciones en espacios cerrados siguen siendo nuestras mejores herramientas de defensa.

Aunque el covid-19 ya no domina los titulares como lo hacía hace unos años, sigue siendo una amenaza latente. Con la circulación de subvariantes, la vigilancia epidemiológica continúa siendo clave. Afortunadamente, la tasa de hospitalizaciones graves y muertes se ha mantenido en niveles manejables, gracias en gran parte a la alta cobertura de vacunación.

Es imperativo que aquellos que aún no han completado su esquema o no han recibido los refuerzos correspondientes, lo hagan. La vacuna sigue siendo la herramienta más eficaz para prevenir cuadros severos.

Más allá de las infecciones estacionales, no debemos olvidar las enfermedades respiratorias crónicas. La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y el asma afectan a un número significativo de paraguayos. Las bajas temperaturas de agosto pueden actuar como un detonante para exacerbar los síntomas.

Para quienes padecen estas condiciones, es crucial mantener el tratamiento médico al día, evitar la exposición al humo de tabaco (tanto directo como indirecto) y a la leña, y seguir las indicaciones de su médico de cabecera. La consulta oportuna es vital para evitar complicaciones.

Un factor que a menudo subestimamos es la calidad del aire. Durante los meses más fríos, es común el uso de estufas a leña o carbón en zonas rurales y periurbanas, así como la quema de pastizales. La exposición al humo y a partículas contaminantes puede agravar las enfermedades respiratorias existentes e incluso ser un factor de riesgo para el desarrollo de nuevas.

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