La campaña de recolección de rosarios para crear el rostro de Chiquitunga traspasó las fronteras, ya que las donaciones no solo se hacen en parroquias de Paraguay, sino que la comunidad católica y devota de Chiquitunga se organiza para juntar rosarios en todo el mundo.
Unos 300 rosarios enviados por paraguayos residentes en Italia fueron entregados ayer por el embajador paraguayo ante la Santa Sede, Esteban Kriskovich, a la madre superiora María Raquel.
El sencillo pero emotivo acto de entrega se realizó en el convento de las Carmelitas, lugar donde reposan los restos de María Felicia y sitio en el que vivió los últimos años de su vida. Entre los rosarios donados, destaca el donado por el doctor Ángel Sauá, compañero de misión y según los escritos, íntimo de Chiquitunga, además de su amigo, Sauá fue su amor.
Destaca también el rosario donado por monseñor Mario López, arzobispo de Rabat, quien encomendó a los fieles de Rabat a la venerable. "A Chiquitunga, antigua alumna salesiana de Villarrica, le encomiendo mi episcopado, pidiéndole proteja a los sacerdotes, religiosos y religiosas y laicos de la diócesis de Rabat (Marruecos)".