En la entrega de Emprendedores LN de hoy, les acercamos la historia de Gabriela Báez Renault, a quien cariñosamente se la llama Gabie, pero es más conocida como “La hija de Vidi”, ya que con ese nombre logró consolidar el emprendimiento que inició hace 4 años y que hoy, luego de soportar un mes sin actividad por la pandemia, sigue consolidándose.
Muchos habrán escuchado o visto en las redes sociales las ya famosas tortas o bocaditos de “La hija de Vidi”, pero no todos sabrán el proceso y cómo fue forjándose el negocio, que es lo que LN pretende dar a conocerlos y trasmitir un mensaje de aliento. Puede conocer más del emprendimiento en redes sociales: @lahijadevidi.
“La hija de Vidi” surgió una tarde de marzo en el 2016, en una merienda con su amiga Noemí Brunet, quien es la encargada del área de diseño y las redes sociales, y hasta hoy está con ella, codo a codo, en todo lo que haga, porque juntaron los conocimientos de Gabie en la gastronomía y pastelería, más los de ella en diseño.
“Con Noemí pensamos qué podíamos hacer y así en una tarde de merienda me convenció para adentrarme al rubro de la pastelería, porque empezamos haciendo tortas para los cumpleaños, y aquella tarde ella me dijo que el negocio debía llamarse ‘La hija de Vidi’ por mi mamá, y hoy en día tenemos una amplia cartera de clientes en todos los ámbitos”, mencionó la joven.
Crecimiento e inicios
Una vez que las tortas tuvieron el merecido éxito, fueron acumulando más pedidos en variedad de dulces, postres, bocaditos salados, hasta llegar a cubrir varios servicios de buffet para pedidos especiales de algunos clientes, agregó. Pero, cómo logró tanta repercusión y aceptación “La hija de Vidi” con sus productos. Aquí una breve reseña.
Gabie, hoy con 31 años, de pequeña fue adquiriendo los conocimientos que le transmitía su madre, Vidi, que también se llama Gabriela Renault de Báez, a quien de niña su padre le puso el apodo de Vidi. A más de la experiencia que fue adquiriendo de la madre, la emprendedora culinaria trabajó como mano derecha de la inolvidable profesora Deyma de Kerling, a los 23 años, que fue cuando se consolidó como profesional y confirmó que era eso lo que le gustaba hacer.
“Ella siempre nos daba el privilegio de hacer sus cursos a los que trabajábamos en el instituto si así lo queríamos, y por supuesto no desaproveché la oportunidad, y me metí en cada curso que había. La profe Deyma era una persona excepcional y me enseñó tantas cosas como mi madre lo hizo”, recordó Gabie.
Tocados por la pandemia
Ya en este 2020, también el negocio fue golpeado por la pandemia, que les hizo parar por completo con las entregas a domicilio en el mes de abril y solo realizaban el servicio de pick up, por lo que las ventas se redujeron en un 50%, ya que su fuerte era las entregas o el servicio de delivery, ya que a la gente le gusta recibir sus pedidos en la casa, confirmó.
En ese entonces, de hecho todo estaba parado, y afortunadamente en mayo pudieron reanudar con todas las recomendaciones y protocolos establecidos, volviendo a repuntar las ventas que ya están totalmente normalizadas, acotó.
El mundo de “La hija de Vidi”
El mundo de “La hija de Vidi”, está sumido en todo tipo de tortas desde la Standart Cake hasta las más elaboradas que van desde G. 45 mil el kilo, y cuentan con muchas variantes en cuanto a sabores, rellenos, decoración, y si bien tienen un patrón para prepararlas, es el cliente quien al final tiene la última palabra, aseguró.
A la gama de dulces suman los postres como cheesecake (pastel de queso), 3 leches, pavé, tartas de frutas y más, y los bocaditos dulces surtidos G. 160 mil por 100 unidades, así como las infaltables canastas de desayuno desde G. 150 mil, aclarando que son precios base, que podrían variar de acuerdo a las necesidades del cliente.
Mientras que los bocaditos salados son los productos estrella del catálogo, ya que son los más pedidos, porque cuentan con el diferencial de que todas nuestras masas, salsas y rellenos son elaborados en forma casera con recetas que Gabie fue coleccionando y perfeccionando a lo largo de su vida gastronómica, trabajando en hoteles y restaurantes tanto en Paraguay como en Buenos Aires, como en el instituto Deyma de Kerling. El precio de los bocaditos salados es desde G. 125 mil el 100, que puede ser desde 50 unidades.
“Las empanaditas son las que más trabajo nos dan, ya que hacemos la masa, cortamos los discos y hacemos uno por uno los repulgues, así que imagínate lo que es esta cocina cuando tenemos un pedido de 1.500 bocaditos. Hemos pasado miles de noches sin dormir para cumplir con todos los pedidos jaja”, sostuvo feliz la emprendedora.
De boca en boca
Los eventos que más trabajo dan son las fechas especiales como día de los enamorados con las canastas de desayuno, día de la madre y el padre con bocaditos y tortas, Navidad y Año Nuevo con bocaditos, postres y tortas. “En esas fechas uno ya está consciente de que se va a trabajar duro”, aseguró.
Al tiempo de validar que la actividad de la pastelería es un rubro muy rentable, siempre y cuando lo que se ofrezca esté bien hecho, con ingredientes de buena calidad, y con al menos algunos conocimientos básicos en gastronomía y pastelería. Actualmente se dedica de lleno al negocio, siempre pensando en expandir a “La hija de Vidi”, que de hecho estaba en los planes para este año, pero por la pandemia se tuvo que posponer.
Para los que aún no la conocían, pueden seguirla en Facebook y Instragram como “La hija de Vidi”, donde lanzan promos para llegar a nuevos clientes, pero lo que más les da frutos, es el famoso “de boca en boca”, que si bien es lo único que cuesta cero guaraníes, es lo más difícil de conseguir porque uno debe comprometerse al máximo, aseveró. Buscar que cada pedido vaya lo más perfecto posible para lograr ser recomendado, que es así como infinidad de clientes les contactan diciéndoles que fueron recomendados.
Trabajan con la reserva, con 24 horas de anticipación en lo posible, aunque a veces ya no tiene disponibilidad por lo que siempre recomiendan reservar apenas tengan confirmado lo que van a necesitar, que pueden hacerlos solo por vía WhatsApp al (0985) 219-034.
El servicio de delivery tiene un costo adicional, el cual depende de la zona de entrega, los cuales van desde G. 5 mil hasta G. 40 mil, con la garantía de que todos los productos son transportados en vehículo con refrigeración.
Agradecimientos y consejos
Si bien el compromiso, el esfuerzo y la preparación son pilares para lograr los objetivos, la joven profesional de la cocina no dudó en agradecer a sus padres Vidi y Juan por el acompañamiento incansable desde el día uno.
Tampoco dejó de mencionar a Noemí, a quien agradeció por impulsarle y cambiarle el rumbo, Juan Báez y Diego Báez por estar siempre para lo que sea, a Julieta Araujo quien es su asistente de cocina, que más que eso es su salvavidas en los días de arduo trabajo, a Jessi Cárdenas por las sesiones de foto, a Diego Neumann por su tan valiosa compañía en los momentos más pesados, y en especial a todos los clientes que como siempre lo dice, más que clientes son sus amigos.
A las personas que les esté interesando emprender ya sea en el rubro de la pastelería, gastronomía o en cualquier otro aconseja que se preparen, que estudien y que se animen, ya que eso les garantizará una larga vida a la empresa, de lo contrario eso tarde o temprano podría desvanecerse. “A mi parecer, el conocimiento es lo único que te puede mantener a flote”, puntualizó para despedirse Gabie, La hija de Vidi.