Don Ángel Marino Báez, un empresario paraguayo dedicado al rubro turístico, fue víctima de un complejo esquema de estafa montado desde el ex banco “Multibanco”, que fue a quiebra en el 2005. Hasta ahora, no logra recuperar algunos de sus bienes que perdió de forma irregular en el proceso. Su vida cambió radicalmente. En pocos años su salud se deterioró gravemente, la empresa que fundó casi fue a la bancarrota y sus bienes fueron a parar a la cuenta del banco o de sus exdirectivos. La crónica de un despojo:

Por Aldo Benítez / aldo.benitez@gruponacion.com.py / @aldo_be

Don Ángel tiene 74 años. Su paso es lento y habla pausado, y un buen grupo de canas rebeldes se niega a abandonar su cuero cabelludo y relata que sufre de algunos problemas de salud. Eso sí, tiene una precisión juvenil para recordar situaciones. Recuerda, por ejemplo, que empezó trabajando desde muy joven, en Buenos Aires, Argentina. Allí, a los 17 años, ingresó en la empresa aérea Braniff International Airways, una aerolínea estadounidense que operó hasta 1982 en nuestra región. Desde entonces empezó su pasión por la aviación y poco después, encontró que su vocación estaría vinculado al mundo turístico.

Tras varios años en dicha aerolínea, finalmente decidió que era necesario establecerse como empresario. En 1980, don Ángel armó una pequeña empresa. Se llamó Abysa, y fue uno de los primeros operadores turísticos establecidos en Asunción. Sin embargo, el proyecto duró apenas dos años; en 1982, la Sociedad Anónima se liquidó en G. 1.800.000. “Hubo problemas con el socio con quien había fundado Abysa. Entonces decidí irme. Salí de la oficina y no tenía nada. Estaba sin agencia, sin trabajo y con responsabilidades encima” cuenta don Ángel.

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Para ese entonces, don Ángel ya llevaba 19 años de casado con Niria González, su esposa y compañera de toda la vida. Justamente, el pasado 12 de octubre, celebraron su aniversario Nro. 54 de bodas. Tienen tres hijas y quienes se convirtieron en el respaldo más importante que tuvo don Ángel en los momentos más duros que tuvo que pasar, asegura el hombre. Aquella decisión de salir de Abysa terminó siendo determinante para gestar su propio camino.

Después de liquidar dicho negocio, don Ángel estaba convencido de que la empresa turística era lo suyo. Con ayuda del arquitecto Eduardo Casco, un amigo de la Congregación Bautista, don Ángel consiguió el logo y el nombre de su nueva empresa; Abba Tour SA. Ese mismo 1982, la empresa inició sus operaciones con una pequeña oficina, gestionando pequeñas excursiones y empezando a ganar, desde abajo, cartera de clientes de pasajeros.

Abba Tour SA rápidamente creció y se instaló como uno de los referentes en el sector de agencias de turismo a nivel nacional. Para inicio de los años 90, la agencia ya tenía 24 personas trabajando en las oficinas, cuatro choferes-guías y una amplia cartera de clientes. “Los 90 fue una época de lucha pero se ganaba bien” rememora don Ángel.

Su semblanza cambia cuando recuerda los inicios de Abba Tour. La creación de la Asociación de Agencias de Viajes -cuya presidencia ocupó don Ángel en el 2003- son recuerdos que le pintan muecas de sonrisa. Parece como que se pierde en sus recuerdos. Recuerdo cómo fue formando a jóvenes y gente vinculada al sector turístico. De hecho, varios referentes confirmaron que don Ángel fue como un “padre” para impulsar las agencias de turismo en nuestro país.

El despojo

En 1997, siendo Abba Tour SA una empresa ya consolidada en el sector, empezó a operar financieramente con Multibanco SA. Esta entidad bancaria fue habilitada dos años antes -en 1995-, ganó mediana preponderancia en el mundo bancario y apuntaba para consolidarse en el rubro. Claro que, un lustro después, la realidad fue absolutamente distinta.

Yo me reunía con los directivos de Multibanco casi como unos amigos. Era un cliente VIP. Llegaba y me recibían, tomábamos un café y conversábamos” recuerda don Báez. Con quienes solía tener encuentros don Báez era con Pedro Daniel Miraglio, presidente del banco. Miraglio fue condenado a 8 años de cárcel, en noviembre de 2006, por lesión de confianza y otros delitos económicos. Sin embargo, dos años después, en 2008, logró su libertad bajo fianza.

“Yo quiero solucionar este tema antes de morir” - Ángel Báez

A partir de 1997, la empresa de don Báez empezó a sacar créditos de Multibanco. Muchos de estos préstamos eran utilizados para invertir en la empresa. En otros casos, eran créditos en forma personal. Don Báez dice que cada uno de estos compromisos fueron saldados. Guaraní por guaraní. Sin embargo, cuando estalló la quiebra de Multibanco, en junio de 2005, Abba Tour SA o Ángel Báez aparecía con una importante deuda no saldada y que se arrastraba, en algunos casos, incluso desde 1997. Cuando los abogados llegaron hasta la empresa reclamando estAs deudas, don Báez se mostró sorprendido. No entendía lo que estaba pasando.

En el 2006 empezaron los reclamos judiciales de la Quiebra de Multibanco a don Báez o Abba Tour. Desde setiembre de ese año hasta noviembre de 2009, don Báez recibió cinco reclamos judiciales o demandas, exigiendo deudas por toda clase de créditos o compromisos contraídos con Multibanco. En total, la entidad bancaria reclamaba, por diferente tipo de operaciones, unos 650.212 dólares. Una cifra que, en mayo de 2000, figuraba como la deuda total de Abba Tour SA- Ángel Báez con Multibanco. Sin embargo, para ese entonces la deuda ya había sido pagada, asegura don Báez. En Multibanco funcionó una maquinaria perfecta, orquestada por funcionarios y directivos de la entidad bancaria, que nunca cargó al sistema las cuotas pagadas por Báez, entre otro tipo de operaciones, como inflar la deuda que tenía su empresa, etc.

En el marco de los juicios que entabló la sindicatura por el caso Multibanco contra Abba Tours, poco a poco el Banco fue quedándose con bienes de la empresa o de la familia de don Báez. “Prácticamente me mataron comercialmente. Mi empresa ya no podía funcionar. Nadie me daba créditos, perdí casi todo..” expone don Báez, con la voz aguda, entrecortada. Pide disculpas por las lágrimas. Toma un poco de agua y retoma su relato. Busca los documentos que lo respaldan.

El objetivo de Multibanco era completar el monto de la “deuda” quedándose con bienes de la familia de don Báez o de inmuebles de Abba Tour. “Yo no debía ni un solo guaraní. Pagué todas mis cuotas. Incluso le entregué dos grandes buses de transporte como parte de pago de uno de mis compromisos. Yo no podía entender qué pasaba. Cuando quise hablar con los dueños del banco, ya era muy tarde” exponde don Báez. Para ese entonces, Miraglio y demás directivos estaban en pleno proceso judicial y fiscal, imputados por varios delitos financieros.

Informe pericial

A principios de 2010 y debido a los reiterados reclamos de los diferentes abogados que don Báez tuvo que conseguir para ligitar este asunto, el entonces síndico de Quiebras de Multibanco, Raúl Silva -que tomó el caso luego de Guido Planás, quien fue investigado por el Ministerio Público por diferentes irregularidades en su labor al frente de este proceso de quiebra- ordenó hacer un informe pericial sobre los estados contables del banco, las documentaciones de pago y demás, para determinar cuál era la situación real de Abba Tour SA.

El 9 de abril de ese mismo año, el licenciado Gustavo Ruiz Viera presentó ante la Sindicatura su trabajo pericial. Se trata de un informe de casi 22 páginas y 204 documentos respaldatorios que contradice todo el proceso de quiebras de Multibanco -en lo relacionado con los reclamos judiciales a Abba Tour SA- y hace recomendaciones puntuales; desistir de los reclamos judiciales contra la empresa, devolver a la familia de Báez unos 117.801 dólares que tenía a su favor en las cuentas reales de Multibanco y la devolución de un importante inmueble que está ubicado en el centro de Asunción.

En el informe pericial se muestran evidencias del sistema de estafa que realizaron en Multibanco contra don Báez y Abba Tour. Algunos de los elementos encontrados por el perito fueron; Que el Banco otorgó créditos a cuenta del deudor (Abba Tour SA) sin consentimiento del mismo. La entidad hizo figurar en los registros internos que varios de los préstamos otorgados a la empresa de don Báez tenían cifras muy superiores a los que realmente fueron entregados al cliente. No se registraron varios e importantes pagos que hizo durante años la empresa Abba Tour SA, en muchos casos incluso cancelando sus cuentas. Además, aparece la presunta falsificación de firma para adulterar escrituras para justificar pagos o garantías otorgadas.

Este enorme sistema de fraude recién se pudo conocer tras el peritaje financiero que se hizo a los estados contables de Multibanco. El documento muestra maniobras alevosas. Por ejemplo, figura unos 83.306 dólares que fueron cargados a la deuda de Abba Tour SA sin tener ningún tipo de respaldo documental. Es decir, nadie sabe de dónde sale ese monto engrosado a la deuda. Aparece igualmente unos 146.698 dólares de la venta de un bus modelo 94, que don Báez entregó para que el monto quede como parte de pago de su deuda con Multibanco, sin embargo, no existe registro de haberse pagado esta suma ni los cheques que fueron entregados están en los registros contables.

Tras el juicio de setiembre de 2006, el Banco se adjudicó el 28 de febrero de 2008, un inmueble individualizado como Finca Nro. 50 del distrito de la Catedral, en Asunción. Allí funcionan las oficinas de Abba Tour, en Iturbe y Fulgencio R. Moreno. El edificio fue rematado a Multibanco por G. 330 millones, cuando que su valor, por ubicación y construcción, supera ampliamente esta cifra. Fue un golpe que don Baéz ni su familia aún pueden asimilar.

A lo largo de 10 años de litigio judicial, don Báez fue testigo de cómo iba perdiendo todo. Inmuebles, algunas casas, y su propia empresa que formó con mucho sacrificio se fue prácticamente cerrando. Hoy, en Abba Tour trabajan él con una de sus hijas. Antes tenían una flota de vehículos y 24 funcionarios. Incluso, ahora Abba Tour SA está pagando por el alquiler de este mismo edificio a Multibanco. Un edificio que era de la empresa.

Don Báez es cristiano. Cree en la bondad de las personas. Y se entusiasma cuando habla de amor al prójimo. Dice que nunca quiso crear problemas a nadie por todo esto que viene sufriendo, porque cree que puede encontrar gente que le ayude, por lo menos, a no seguir perdiendo sus pertenencias. En setiembre de 2013, don Báez accionó judicialmente; solicitó ante el juzgado de la Capital la nulidad de los actos jurídicos de la quiebra en cuanto a los reclamos a su empresa y la indemnización de daños y perjuicios en contra de Multibanco SA.

De esta acción ya pasaron cuatro años y hasta ahora, no recuperó ni un solo guaraní. Ni el juzgado ni los últimos síndicos de quiebras se dignaron a atender los reclamos. Don Báez espera que Felipe Huerta, el actual síndico general de Quiebras, pueda al menos escucharlo y pedir que su caso sea revisado.

En marzo de 2007, don Báez tuvo su primera internación hospitalaria. Una tensión nerviosa lo obligó a ir a cama. Un año después, en julio de 2008, estuvo dos días internado en terapia intensiva por un infarto agudo. “Hace años que no estoy bien. Me duele el cuerpo, desde que empezó todo este asunto creo que ya no duermo bien. Es muy fuerte, perder todo de una vez, todo lo que trabajé, son 60 años de trabajo, mi hijo, son 60 años” expone don Baéz.

Asegura que se anima a dar a conocer su historia hoy principalmente para que otra gente no vuelva a caer en su error de esperar demasiado. Que salga a protestar, a exponer, a dar a conocer la injusticia.

Yo quiero solucionar este tema antes de morir” dice don Báez. Aprieta las manos y se queda en silencio.

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