El Defensor del Pueblo, Miguel Godoy, se comunicó con la radioemisora 970 AM y se posicionó a favor del ambientalista Rubén Figueredo, de la Fundación Itá Enramada, condenado este viernes 20 de octubre, a dos años de pena privativa pero con suspensión de la condena, por el cargo de procesamiento ilícito de desechos en su propiedad.

"El trabajo del ambientalista fue aprobado por la Secretaría del Ambiente (SEAM) y el Ministerio Público", refirió el Defensor del Pueblo. Luego, explicó que el ambientalista paraguayo nunca trabajó en la clandestinidad.

El encargado de la Fundación Itá Enramada junta desde hace 20 años, pilas y las coloca en botellas y tambores, dentro de su propiedad ubicada en Itá Enramada, Lambaré, a metros del Río Paraguay.

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Según la sentencia, el hombre no irá a la cárcel, cumplirá su castigo pero en libertad y bajo reglas de conducta

Godoy reiteró que la sentencia de pena privativa pero con suspensión de la condena, "es totalmente irregular.

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