El ambientalista Rubén Figueredo, de la Fundación Itá Enramada, fue condenado este viernes 20 de octubre, a dos años de pena privativa pero con suspensión de la condena, por el cargo de procesamiento ilícito de desechos en su propiedad.

Figueredo junta desde hace 20 años, pilas y las coloca dentro de su propiedad que se encuentra ubicada en Itá Enramada, Lambaré, a metros del Río Paraguay.

Según la sentencia, el hombre no irá a la cárcel, cumplirá su castigo pero en libertad y bajo reglas de conducta. El Fiscal Jalil Rachid, en contacto con los medios de prensa, se mostró satisfecho con la condena al ambientalista paraguayo.

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RESPETAR LA DECISIÓN PERO…

Por su parte, el ambientalista Figueredo, conversó con la radioemisora 730 AM y manifestó que respetará la decisión de las autoridades, y no obstante, pidió a la Secretaría del Ambiente (SEAM) hacer su trabajo.

"Hay basuras y pilas", comentó el hombre. Añadió que las pilas están esparcidas por todos lados y que su trabajo estaba enfocado en las generaciones venideras.

Seguidamente, Figueredo dijo que la Fiscalía les traicionó, "durante 20 años trabajábamos con la Fiscalía, éramos todos amigos, a alguien le habrá molestado", acotó el ambientalista.

También, criticó la poca empatía de la Municipalidad de Asunción con la problemática de las pilas y expresó que la comuna capitalina no hizo nada en 20 años.

"Acá se está chocando con grandes poderosos como industriales, con complicidad de autoridades", lamentó.

Finalmente, expresó que también, hace un mes atrás no se tenía la normativa sobre basura tecnológica. "Hoy recién tenemos", sentenció.

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