El Ministerio de Eco­nomía y Finanzas (MEF) dio a cono­cer en el informe de Situa­ción Financiera (Situfin) que a agosto, la inversión pública acumulada se ubicó en 1,4 % por encima del nivel regis­trado en el mismo periodo de 2024.

En términos absolutos, sumó G. 3.756 mil millones, unos USD 480 millones, equivalen­tes al 1% del producto interno bruto (PIB). La tasa de ejecu­ción de la inversión pública es del 39,4 % a agosto, superior al promedio del quinquenio 2014-2018 (previo a las excep­ciones de la Ley de Responsa­bilidad Fiscal).

Respecto al gasto total acu­mulado, este aumentó un 6,2 %, manteniéndose un ritmo desacelerado. El crecimiento fue impulsado principal­mente por remuneraciones y prestaciones sociales.

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Los salarios financiados con ingresos tributarios se ubicó en el 61,2 %, por debajo del mínimo histórico y quedó de la siguiente manera: educa­ción con 36 %, salud 20 %, poli­cías y militares 24 %, Poder Judicial 10 %, Poder Legis­lativo 2 %, Poder Ejecutivo (resto) 7 %.

Al cierre de agosto de 2025, el déficit fiscal acumulado alcanzó G. 2.962 mil millones (USD 388 millones), equiva­lente al 0,8 % del PIB. La evo­lución de este indicador refleja la combinación de un dina­mismo favorable en los ingre­sos, un ritmo de gasto conte­nido y una inversión pública que avanza dentro de la senda de convergencia fiscal trazada. El resultado fiscal anualizado, que considera los últimos doce meses, se ubicó en G. -8.730 mil millones, registrando una reducción respecto al déficit del mes anterior de G. 236 mil millones aproximadamente.

INGRESOS

Los ingresos totales de la Administración Central acu­mularon a agosto un creci­miento del 5,7 % interanual, impulsados principalmente por la recaudación tributaria. Este desempeño permitió sos­tener la dinámica de las arcas públicas pese a la caída de otras fuentes de financiamiento, en particular los aportes no tribu­tarios y binacionales, que regis­traron bajas significativas.

El componente tributario mos­tró un comportamiento sólido, con un incremento acumulado del 9,9 % respecto al mismo período de 2024, alcanzando una variación interanual del 10,8 % en agosto.

La recaudación se vio favo­recida por el buen desem­peño tanto de los impuestos internos, que crecieron 8,1 % en el acumulado, como de los externos, que avanzaron 12,5 %. El IVA, el impuesto a la renta empresarial (IRE) y los aranceles tuvieron un aporte clave en esta evolu­ción, reflejando la fortaleza del consumo interno y del comercio exterior.

Apelan a un PGN que dinamice las obras públicas

Raúl Constantino

Gremios de la construcción coinciden en que una reducción de presupuesto puede aumentar deuda con contratistas.

Los gremios de la construc­ción afirman que el sector atraviesa una doble realidad, ya que mientras el sector pri­vado mantiene un repunte en los proyectos residenciales, corporativos e industriales, la infraestructura pública tiene una menor ejecución, por lo que consideran clave el Pre­supuesto General de la Nación (PGN) 2026. La Cámara Vial Paraguaya (Cavialpa), la Aso­ciación de Profesionales de la Construcción (AproCons) y la Cámara Paraguaya de Desarrolladores Inmobilia­rios (Capadei) coincidieron en que una reducción en la inversión pública podría pro­fundizar la caída de las obras estatales, aumentar la deuda con contratistas y frenar la generación de empleo, en un momento en que la actividad privada sostiene gran parte de la dinámica económica.

Paul Sarubbi recordó que Paraguay arrastra una brecha de infraestructura cercana a los USD 30.000 millones, lo que requeriría al menos USD 2.000 millones anuales en inversiones para reducirla. Sin embargo, señaló que la meta de déficit fiscal del 1,5 % limita los recursos dispo­nibles y golpea directamente a la construcción y su cadena de valor.

Por su parte, el presidente de AproCons, Pablo Rivarola, coincidió en que la deuda acumulada del Estado con las constructoras repercute en toda la industria y alertó que el ajuste presupuestario pre­visto para el 2026 agravará esa situación. Destacó que, pese a la contracción pública, el ámbito privado sigue mos­trando dinamismo, con pro­yectos inmobiliarios de gran porte en el Gran Asunción y la incorporación de tecnolo­gías que optimizan costos y calidad en las construcciones.

El presidente de Capadei, Raúl Constantino, dijo que el sector privado logró consoli­dar inversiones en proyectos residenciales, corporativos e industriales, pero enfrenta obstáculos que podrían enfriar su crecimiento. “Por un lado está el sector de obra pública, con significativa reducción en las inversiones y dificultades para el cobro de deudas. Por otro, la construc­ción privada, que mantiene un crecimiento sostenido”, señaló.

Entre los principales desa­fíos mencionó la falta de cré­ditos hipotecarios accesibles, la burocracia en los trámi­tes y los controles al movi­miento de capitales, factores que dificultan las operaciones y la atracción de comprado­res extranjeros. Los gremios coincidieron en que el desa­fío del Gobierno será compa­tibilizar la disciplina fiscal con la necesidad de mante­ner la inversión en infraes­tructura pública. Sin medidas que equilibren ambos obje­tivos, advierten, el riesgo es un estancamiento que afecte tanto a la competitividad del país como al empleo que genera la construcción.

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