La Industria Nacional del Cemento (INC) presentó un recurso de apelación ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) sobre el fallo que obliga a la cementera estatal a pagar US$ 13 millones a la empresa Cal Agro, firma que demandó a la entidad por supuesto incumplimiento de un contrato. En el 2004, la INC realizó la adjudicación del contrato de arrendamiento y explotación de su Planta de Cal Agrícola, ubicada en Vallemí, a la empresa Cal Agro SA. No obstante, este contrato nunca fue ejecutado, es decir, la firma privada nunca puso a operar la planta.
La INC decide en el 2009 rescindir el trato contractual y esto impulsó a la empresa a demandar a la entidad, según recordó ayer al digital del diario La Nación el abogado César Mallorquín, asesor jurídico de la INC. "Presentaron una demanda por indemnización y por incumplimiento de contrato, exigiendo el pago de US$ 13 millones (G. 74.000 millones). En primera instancia, el fallo fue favorable para la INC, por lo que Cal Agro recurrió a la segunda instancia, donde la Cámara de Apelaciones decidió, en disidencia, dar lugar a la demanda que significa un gigantesco perjuicio al Estado", indicó.
CORTE SUPREMA
En ese sentido, destacó que ahora aguardan que la Corte Suprema de Justicia falle conforme a derecho y tenga en cuenta todo lo que expusieron como los errores cometidos en lo resuelto por la Cámara de Apelaciones. Asimismo, mencionó que solicitan que la CSJ ratifique lo que se dio en primera instancia.
Por otra parte, Mallorquín indicó que no corresponde el fallo otorgado, ya que el verdadero incumplimiento de contrato se dio por parte de la firma Cal Agro SA, siendo que nunca se dotó a la planta de las condiciones necesarias para su funcionamiento. "No pueden denunciar un perjuicio en el marco de un contrato que ellos mismos nunca ejecutaron. Es ridículo e inaplicable el monto que solicitan en la demanda. Obviaron varias cláusulas del contrato para fijar esa cantidad", aseveró.