- Ciudad del Este. Agencia Regional.
Tener una riqueza como el Lago Acaray y no aprovecharloa, sería un despropósito. Es una de las motivaciones que tuvo el ingeniero Claudio Rojas para invertir en la creación de La Wayaba Lodge, en la costa del citado lago, en el barrio San Francisco de Hernandarias. Un inmueble. empinado hacia el agua con accidentes en su terreno, fue convertido en un escenario ideal para el relax, el disfrute de cabañas y del agua, en medio de mucho verde además de la práctica de deportes acuáticos.
El nombre no es casual, existen 36 árboles de guayabas en la propiedad. Es lo que constató La Nación en una visita hasta el lugar. "Para una búsqueda más rápida por internet y tener una marca propia, decidimos cambiar la G por la W y dejamos en La Wayaba", indicó el propietario. La inauguración está prevista el sábado 16 de diciembre.
"La idea es el concepto de Lodge, para un turismo de naturaleza dentro de cabañas con todas las comodidades. El objetivo principal es que cada unidad sea muy diferente a la otra, cada cabaña tiene su propia personalidad. Así tenemos La Cueva que está semi enterrada; El Cubo que es la única cabaña flotante del Paraguay con una arquitectura muy llamativa; La Chuchi que está más equipada, más moderna y; otra casita todavía sin nombre"·, explicó Claudio Rojas. Las cuatro cabañas tienen capacidad para 16 personas. El lugar es también apropiado para camping.
En el caso de la La Cueva, dispone de una especie de arroyito natural cubierto con placa transparente y con luces en su interior, dando mayor toque de naturaleza a la cabaña, de acuerdo a la explicación de su impulsor. La Wayaba Lodge dispone también de un quincho, La Nave "porque estando en él se siente como volando sobre el agua", a decir de su propietario quien asegura que todo en el lugar es de su creación. El proyecto es que el quincho o todo el complejo se alquile también para eventos sociales. Igualmente dispone de un parque para niños con una casita en el árbol y equipos de juego.
La inversión es de unos 200 mil dólares en una propiedad adquirida para explotar el turismo pero que empezó con una cabañita y ahora cuenta con cuatro, en fase de construcción pero a punto de terminar para su inauguración próxima. "Mi esposa y yo estamos apostando fuerte a este emprendimiento porque es algo que nos gusta muchísimo, tener un lugar así es algo digno de compartir para que la gente conozca y disfrute, si bien la intención no es hacerse millonario, la idea es que tenga un retorno y sea sustentable", dijo Claudio Rojas.
"Encarnación nos demostró que el turismo es un negocio rentable, y sobre todo si se tiene un lago como el Acaray, un lugar desperdiciado, una belleza inexplorada en su real dimensión, una riqueza desaprovechada", enfatiza el ingeniero Rojas.