El nivel general del consumo privado en Paraguay subió considerablemente en lo que va del 2017, a raíz de un mayor dinamismo del comercio y los servicios, de acuerdo a datos del Banco Central del Paraguay (BCP). Sin embargo, ese incremento solo se ve en los estratos superiores, es decir, los grandes comercios y los que más pueden consumir fueron los que aumentaron el dinamismo, mientras que aquellos pequeños comercios y consumidores, disminuyeron, de acuerdo al análisis de la Consultora MF Economía.
En base a datos de tarjetas de créditos de Bancard, importación y exportación, tipo de cambio y datos generales del BCP, además de un estudio de CCR, se concluyó lo que pasó con el consumo. "El que tenía más, financió; el que tenía menos, obtuvo financiamiento a mayores tasas, además de que le subieron sus precios relativos. En tanto, el de menores ventas, redujo aún más sus ventas o dejó de vender, mientras que el que más vendía, vendió mucho más", mencionó el economista Manuel Ferreira.
Esto se debe a dos factores fundamentales que impactaron en el mercado local, como la ley de tarjetas y el fin del contrabando, es decir, que los paraguayos dejaron de ir al otro lado de la frontera a comprar, sobre todo de Argentina; y si compran, lo hacen muy poco, especificó.
"Este significó menor consumo por un lado, así como menor ingreso, menos acceso al crédito formal, mientras que la merma del contrabando también significó menos fuentes de trabajo en lugares informales donde sus ventas caen, para la clase más baja", explicó.
La tasa de interés en las tarjetas, con la ley, bajó de más de 40% a 14%, pero la gente del segmento medio bajo no se dio cuenta que este es bajo, por lo que no lo pueden aprovechar.
Sin embargo, la gente del sector medio alto sí lo aprovecha, ya que sabe que conviene más que ir a tomar un crédito en un banco o en una cooperativa. "Aquí hay un problema de conocimiento, de educación financiera", manifestó.
Por ejemplo, luego de la ley de tarjetas se observó un comportamiento distinto en las compras en los diferentes sectores. Por ejemplo, hubo un cambio en las compras anuales por tipos de tarjetas, las clásicas (media baja) perdieron bastante, mientras las tarjetas oro o media muestran casi una estabilidad y las premium (clase alta) tuvieron un repunte potencial.