Por Rodolfo Sosa
Paraguay avanza en la industrialización de su soja, logrando producir y exportar harina y aceite de soja a unos 40 mercados internacionales de América, Asia, Áfria y Europa. Entre enero y agosto de este año, estos productos generaron USD 825 millones por casi 3 millones de toneladas exportadas.
La industrialización de la soja y la exportación de sus productos muestran crecimientos importantes. En el último informe de comercio exterior del Banco Central del Paraguay (BCP) se observó que al cierre de agosto se exportó un total de 1,44 millones de toneladas de harina de soja por USD 417,4 millones.
El aceite de soja, por su parte, cerró el octavo mes con un volumen exportado de 423.300 toneladas por USD 408,3 millones, con un notable incremento interanual de 27,8 % en valor respecto al acumulado hasta agosto del año anterior.
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De acuerdo con datos proveídos a La Nación/Nación Media por la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro), las exportaciones de harina y aceite de soja del país llegan a 40 mercados de de distintos continentes.
En aceite de soja, el mayor comprador de Paraguay es India, que al cierre de 2024 adquirió el 45,48 % del total de las exportaciones; seguido por Bangladesh, con el 20,10 %; Brasil con el 16,84 %. Con menores porcentajes, la lista enumera a Perú, Angola, Pakistán, Mozambique, Países Bajos, Argelia y Chile.
En cuanto a la harina de soja, el principal destino fue la Unión Europea, con un 26,10 % del total exportado; seguido por Chile, con el 25,25 %; Perú, con el 15,08 %; Reino Unido, con el 9,92 %. La lista sigue con países como Tailandia, Indonesia, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Vietnam y Uruguay.
“La Unión Europea concentra casi el 30% de nuestras exportaciones de harina de soja, mientras que India se consolida como principal destino del aceite, evidenciando la confianza y demanda global por nuestros productos”, manifestó a LN Raúl Valdez, presidente de la Cappro.
Valdez subrayó que la industrialización de la soja no solo abre mercados sino que también reduce la dependencia de los precios volátiles de los commodities, genera empleo, desarrollo y estabilidad económica.
En ese sentido, destacó que la transformación de granos en productos de mayor valor agregado es el camino para que Paraguay pase de ser un exportador de materias primas a convertirse en un actor estratégico en la seguridad alimentaria global.
De acuerdo con el gremio, solo en julio las industrias asociadas procesaron más de 333.000 toneladas de soja, logrando por primera vez una variación interanual positiva. En el acumulado de julio, la industrialización alcanzó casi 2 millones de toneladas, lo que significa un volumen superior en más de 200.000 toneladas al promedio de los últimos tres años sin sequía.
En ese sentido, refieren que esta dinámica permitió una utilización de más del 80 % de la capacidad instalada, un aumento de dos puntos porcentuales respecto al cierre del primer semestre.
“La mejora de la molienda de soja, según los reportes preliminares de agosto, muestra que podrá ir mejorando con relación al comparativo parcial del mismo lapso del 2024, lo que nos permite tener un saldo exportable de mayor volumen, que es lo que impulsa el incremento del envío de harina y de aceite de soja, que se refleja en el informe de agosto del BCP”, destacó el presidente de la Cappro.
Optimismo de cara al segundo semestre
Desde la Cappro consideran que las condiciones son favorables para que en ese segundo semestre en curso se pueda dar un crecimiento frente al procesamiento de soja del mismo periodo del año anterior, lo que generaría un escenario alentador para la industrialización de oleaginosas y cereales.
“El pronóstico respecto al ingreso de divisas por la venta de productos industriales es que su valor se iría fortaleciendo en lo que resta del año, según la proyección que maneja la industria aceitera nacional. Al aumentar el procesamiento se espera mayor ingreso de divisas y más generación de riquezas en el país”, manifestó Valdez.
Igualmente, el titular de la Cappro sostuvo que la sólida demanda internacional del aceite de soja en los últimos meses generó el incremento del precio internacional en el orden del 20 % respecto a julio de 2024.
Valdez concluyó que la industrialización es la clave para competir en el mundo y que Paraguay ha logrado dar un paso decisivo al industrializar su producción agrícola, transformando granos en productos de mayor valor que llegan hoy a más de 40 mercados internacionales.