En el marco del Día de la Industria, la historia y los números de Lactolanda permiten dimensionar cómo un sector productivo puede transformar la economía de un país. La Cooperativa de Productores de Leche La Holanda Ltda; fundada en 1979 y conocida por sus marcas Lactolanda y Somberg, se consolidó en cuatro décadas como la mayor industria láctea del Paraguay y uno de los motores de crecimiento agroindustrial más importantes.

Lactolanda nació procesando apenas 5.000 litros de leche por día. Hoy estamos en 1.500.000 litros diarios”, detalló a La Nación/Nación Media, el gerente general de la Cooperativa La Holanda, Bernie Friesen, quien recordó que detrás de esa evolución está la confianza de los productores y la disciplina de un modelo cooperativo que apostó desde el inicio a la industrialización.

Actualmente, más del 50 % de toda la leche que se procesa en Paraguay pasa por la Cooperativa La Holanda. Esa magnitud la coloca no solo como líder indiscutido en el mercado nacional, sino también como un jugador creciente en la exportación de productos lácteos, con una oferta diversificada y capacidad tecnológica comparable con estándares internacionales.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY
Bernie Friesen, gerente general de la Cooperativa Holanda. Foto: Gentileza

Aporte económico y social

La cooperativa está integrada por más de 1.400 productores socios y no socios, y genera alrededor de 1.000 empleos directos, además de una extensa red de impacto con 15 sucursales propias, más de 40 distribuidores y alrededor de 10.000 colaboradores indirectos en todo el país.

Ese derrame en la economía nacional tiene un peso significativo. “Nuestra fuerza laboral es el motor que impulsa la productividad y la innovación. Desde el campo hasta el punto de venta, el compromiso de la gente marca la diferencia”, afirmó Friesen.

Con un enfoque empresarial que integra tecnología de punta y logística eficiente, la industria asegura que el producto llegue a la mesa de las familias paraguayas con altos estándares de calidad.

Leé también: Coordinación intergubernamental es la clave para políticas públicas más eficientes, según viceministro

Innovación y competitividad

El catálogo de Lactolanda es reflejo de su estrategia de diversificación. La empresa produce leches enteras, semidescremadas, descremadas, en polvo y una gama de leches funcionales (sin lactosa, con fibras, con omega 3, con hierro y con calcio). Su línea de yogures es una de las más consumidas del país y la cooperativa también lidera en el segmento de productos sin lactosa, ofreciendo leche, yogur saborizado, yogur natural y quesos.

A esto se suman quesos tradicionales, manteca, postres y dulce de leche, todos distribuidos a nivel nacional. El factor común es la apuesta por la innovación permanente, no solo en procesos tecnológicos, sino también en infraestructura y ampliación de plantas.

La clave es la actualización constante. El mercado es cada vez más exigente y nuestra responsabilidad es responder con calidad y variedad”, puntualizó Friesen.

Inversiones y proyectos

La magnitud de Lactolanda también se mide por sus planes de inversión. Entre los proyectos en ejecución destaca la construcción de una planta de secado de suero dulce de queso, con el objetivo de elaborar suero en polvo, un producto de creciente demanda en mercados internacionales.

Paralelamente, la cooperativa está instalando equipos para producir leche condensada, que se prevé comenzará a funcionar en 2026, y proyecta levantar una tercera planta de leche en polvo, consolidando la capacidad industrial del sector.

La inversión es fundamental para cumplir con nuestro compromiso principal: comprar toda la leche que producen nuestros socios cada día. Esa es la base de nuestra existencia”, enfatizó el gerente general.

Perspectivas del sector

El futuro de la industria láctea paraguaya se perfila en ascenso. El crecimiento sostenido de la producción impulsa a Lactolanda a expandir sus exportaciones y conquistar nuevos mercados.

Según Friesen, el sector lechero en Paraguay es altamente competitivo gracias a la combinación de mano de obra calificada, innovación industrial y normativas técnicas que respaldan la calidad de los productos. Esa fortaleza permite proyectar a la industria como una de las más dinámicas dentro de la diversificación económica del país.

“Hay una amplia disponibilidad de profesionales y trabajadores calificados en el rubro, lo que facilita implementar nuevas tecnologías y asegurar estándares de calidad. Eso fortalece no solo a la industria, sino también al desarrollo económico local”, sostuvo el directivo.

Industria y país: un mismo rumbo

La trayectoria de Lactolanda sintetiza la importancia de la industria en Paraguay: transformar materia prima en productos de valor agregado, generar empleo, impulsar exportaciones y, al mismo tiempo, sostener el compromiso con los productores nacionales.

El modelo cooperativo permitió a la empresa convertirse en un actor estratégico en la economía paraguaya, aportando competitividad en el mercado interno y proyección internacional en un sector clave para la seguridad alimentaria.

Finalmente, Friesen resaltó que el fortalecimiento del sector no depende solo de la inversión privada, sino también de un marco de políticas claras y de la colaboración público-privada. “La competitividad del país está atada a nuestra capacidad de innovar, pero también a la articulación con el Estado para abrir mercados, asegurar normativas técnicas y sostener la calidad que nos distingue”, subrayó.

En el Día de la Industria, la experiencia de Lactolanda muestra que detrás de los grandes números están las decisiones de inversión, la innovación continua y el compromiso con el productor y el consumidor. Una fórmula que convirtió a la cooperativa en la columna vertebral del sector lácteo nacional y en un caso emblemático de cómo la industria puede ser motor de desarrollo económico sostenible en Paraguay.

Te puede interesar: Apuntan a convertir a Paraguay en un hub espacial regional

Déjanos tus comentarios en Voiz