En Paraguay, la industria se convirtió en una de las apuestas más firmes para diversificar la economía, generar empleo y sostener el crecimiento. Entre los sectores que más evolucionaron en los últimos años, uno ocupa un lugar estratégico no solo por su peso económico, sino también por su impacto social: la industria farmacéutica.

Desde hace más de seis décadas, la Cámara de la Industria Química Farmacéutica del Paraguay (Cifarma) representa a los laboratorios locales, defendiendo la producción de medicamentos hechos en el país. Hoy, este sector abastece el 70 % de la demanda nacional y se posiciona como un actor clave para garantizar la autonomía sanitaria de Paraguay y de toda la región.

“Lo que producimos acá no son solo medicamentos. Son empleos, son oportunidades y, sobre todo, es soberanía sanitaria”, afirmó a La Nación/Nación Media, Gerardo García, presidente de Cifarma.

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Gerardo García, presidente de Cifarma.

Consolidación

García contó que Cifarma nació en 1962, cuando un grupo de industriales decidió organizarse bajo la figura de la Asociación de Fabricantes de Productos Químicos, Farmacéuticos y Afines. En ese entonces, el país dependía en gran medida de medicamentos importados y la producción local era incipiente.

Hoy, más de 60 años después, el panorama es muy diferente: la cámara reúne a 18 laboratorios socios activos, todos certificados en Buenas Prácticas de Manufactura (GMP), que garantizan estándares internacionales de calidad, seguridad y eficacia.

El gran logro es que Paraguay pueda cubrir la mayoría de su propia demanda con medicamentos fabricados en territorio nacional. Eso nos da seguridad como país, reduce la dependencia externa y fortalece nuestra economía”, explicó García.

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En la última década, el sector farmacéutico paraguayo experimentó un crecimiento sostenido. No solo logró cubrir siete de cada diez medicamentos consumidos en el país, sino que también amplió su presencia en mercados internacionales. Las exportaciones superaron los USD 73 millones en 2023, llevando productos paraguayos a países de la región y posicionando a Paraguay como un proveedor confiable.

En términos económicos, el sector alcanzó ventas por Gs. 10,122 billones (unos USD 482 millones) según el Estudio Cifarma 2024. Se trata de un aporte significativo al PIB manufacturero y al desarrollo de la economía nacional. Pero los números solo cuentan una parte de la historia.

El impacto social de la industria farmacéutica es igual de relevante, ya que los laboratorios asociados generan alrededor de 7.000 empleos directos, lo que equivale al 88,7 % del empleo farmacéutico nacional. Se trata de un sector intensivo en conocimiento, donde casi la mitad de los trabajadores tiene formación universitaria o terciaria, y en el que además el 46% son mujeres.

La industria farmacéutica ofrece oportunidades reales de movilidad social, porque se apoya en la formación continua y en el talento de la gente. Es un sector que da trabajo de calidad”, destacó el titular de la cámara.

Desafíos y oportunidades

Los avances no significan que el camino esté libre de obstáculos. Uno de los principales retos sigue siendo la dependencia de materias primas importadas. A eso se suma la dificultad de acceder a financiamiento de largo plazo y la necesidad de contar con registros sanitarios más ágiles y previsibles.

En ese sentido, García sostuvo que fortalecer la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa) es clave para que sus inspecciones sean reconocidas en el exterior, lo que abriría más puertas a las exportaciones paraguayas.

También está sobre la mesa la discusión global sobre propiedad intelectual. Para Cifarma, mantener las flexibilidades en el sistema de patentes es fundamental, ya que permite el ingreso de genéricos y biosimilares al mercado, garantizando acceso a tratamientos de alto costo. El gremio, sin embargo, no se limita a plantear los problemas, sino que trabaja en soluciones concretas.

Impulsa mesas técnicas con Dinavisa, promueve capacitaciones en buenas prácticas de manufactura y farmacovigilancia, y creó un observatorio sectorial para monitorear precios y abastecimiento. A la par, acompaña la agenda de integración del Mercosur, donde la convergencia regulatoria resulta clave para facilitar la circulación de medicamentos.

Un campo estratégico en este sentido es el de los biosimilares, que permitirán diversificar tratamientos y consolidar a Paraguay como parte de la cadena de valor regional en salud. “Paraguay tiene la oportunidad de convertirse en un jugador relevante dentro de la industria farmacéutica regional, siempre y cuando sigamos trabajando en innovación y en integración”, aseguró.

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Día de la Industria

Nuestro país ofrece ventajas que incentivan: estabilidad macroeconómica, regímenes como la Ley de Inversiones y la Maquila, y costos competitivos en comparación con otros países de la región. Pero la industria farmacéutica necesita más que eso, insistió.

“El financiamiento específico para innovación, la previsibilidad en las compras públicas y la agilidad en los procesos de exportación son factores decisivos. Si logramos esas condiciones, la industria puede crecer mucho más y consolidarse como un actor estratégico para todo el Mercosur”, aseguró.

Según García, el aporte de la industria farmacéutica va más allá de los números. Se trata de un sector que garantiza acceso a medicamentos, genera empleos calificados y contribuye a la autonomía sanitaria regional: “Cuando un país es capaz de producir sus propios medicamentos, no solo protege su economía, también protege a su gente”.

De cara a los próximos años, Cifarma proyecta un sector más integrado al Mercosur, con mayor capacidad de exportación y un papel más fuerte en la seguridad sanitaria regional, con una meta clara: consolidar a Paraguay como un país que no solo se abastece a sí mismo, sino que también aporta a la salud de la región.

La experiencia de Cifarma refleja la importancia de la industria en Paraguay. Cada sector, desde los alimentos hasta los medicamentos, aporta a construir un país más fuerte y menos dependiente del exterior. Este 8 de septiembre, en el Día de la Industria, el mensaje de la industria farmacéutica es: producir en Paraguay es más que un negocio, es una apuesta por el desarrollo nacional y por la salud de la región.

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