El coordinador general de la Mesa Nacional Intersectorial de Competitividad Bananera (Menicob), Ceferino Mereles, mencionó que las buenas lluvias registradas últimamente repuntaron la actividad en el rubro, luego de una larga interrupción que tuvieron por la sequía por un lado, y los problemas con Argentina que también mejoraron.

“El sector fue favorecido con la naturaleza, con las lluvias, aunque la producción bajó un poco por la larga sequía que desprogramó todo, pero con el retorno a clases mejoró bastante el movimiento general y la fruta también con un buen precio”, expresó para La Nación/Nación Media.

El referente recordó que durante las vacaciones se tuvo una sobreproducción tardía, por lo que los precios bajaron pronunciadamente, generando poca rentabilidad a los productores, y que lo mismo sucedió en el mercado argentino, que es uno de los principales compradores de la fruta nacional.

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No obstante, tras la flexibilización del gobierno argentino en liberar dólares para que los importadores puedan realizar pedidos y pagos, Mereles aseguró que la actividad se está recuperando paulatinamente con este cliente, pues a diferencia de los pagos retrasados a partir de 180 días, reducirlo a 30 o incluso 60 es mucho mejor y genera mayor estabilidad para el rubro porque genera mayor circulante.

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Luego de las lluvias la producción mejoró y es acompañada con el mayor movimiento de la actividad. Foto: Archivo.

Pedidos aumentaron

“Mejoró bastante con Argentina, los importadores están pidiendo más producto, también a ellos les vino bien el factor del regreso a clases porque eso mueve la actividad, y están más certeros porque la demanda aumentó también y el gobierno ya les libera más rápido los dólares”, remarcó Mereles.

En ese sentido, sostuvo que los permisos de importación son concedidos con más facilidad, pues su gobierno les tiene que habilitar las cantidades requeridas, que al ser más flexibles, los pagos a exportadores nacionales también generan el efecto multiplicador hasta el mercado local, dijo.

Con relación al precio que se está pagando al productor actualmente es un alivio, pues cobran entre G. 40.000 a G. 45.000 los que son calidad de primera, e incluso si les falta para completar deben rebuscarse con los importados, con lo que el sector está repuntando y logrando buenos precios, expresó.

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