El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, llegó ayer martes a Brasil, en medio de una crisis diplomática con Israel después de que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva comparara la guerra en Gaza con el Holocausto. Blinken llegó a última hora del día a Brasilia para el comienzo de un viaje que también le llevará a Argentina, constató un periodista de la AFP.
En la capital brasileña se reunirá el miércoles con Lula, destacada voz del Sur global y cuyo país ostenta actualmente la presidencia rotatoria del G20. La conversación promete ser animada. El domingo, el presidente brasileño acusó a Israel de cometer un “genocidio” contra los palestinos de la Franja de Gaza y comparó la ofensiva israelí con el exterminio de los judíos por los nazis.
“Lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza con el pueblo palestino no ha ocurrido en ningún otro momento de la historia. En realidad, ha ocurrido: cuando Hitler decidió matar a los judíos”, dijo Lula. Israel, que recibe apoyo militar y diplomático estadounidense, lo declaró “persona non grata” por medio de su canciller, Israel Katz.
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Estados Unidos dijo discrepar sobre este comentario, el más duro de Lula sobre la guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás. “Obviamente no estamos de acuerdo con esos comentarios. Hemos sido bastante claros al decir que no creemos que se haya producido un genocidio en Gaza”, afirmó este martes el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
El canciller brasileño, Mauro Vieira, acusó por su parte a su homólogo Katz de hacer declaraciones “mentirosas” y de haber tratado a Lula de forma “indignante”. La guerra fue desencadenada por el ataque de Hamás en el sur de Israel del 7 de octubre, que dejó unos 1.160 muertos, en su mayoría civiles, según un balance de la AFP basado en cifras israelíes.
Los combatientes palestinos también capturaron a 250 personas, de las cuales 130 siguen secuestradas en Gaza, incluyendo a 30 que habrían muerto en cautiverio. Israel lanzó en represalia una ofensiva para “aniquilar” a Hamás, que provocó al menos 29.195 muertos, en su mayoría mujeres y niños.
El secretario de Estado también participará miércoles y jueves en Rio de Janeiro en una reunión de ministros de Relaciones Exteriores del G20, a la que se espera que asista su homólogo ruso, Serguéi Lavrov. Oficialmente no está prevista ninguna reunión y parece poco probable debido a la conmoción causada por la muerte en prisión el viernes del opositor ruso Alexéi Navalni. Los países occidentales, con Estados Unidos a la cabeza, responsabilizan a Rusia de su muerte.
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Desacuerdo sobre Venezuela
Es la primera visita de Blinken como secretario de Estado a Brasil, principal economía y el país más poblado de América Latina. Las relaciones entre Estados Unidos y Brasil han mejorado desde el regreso al poder de Lula en 2023, que sucedió al presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro, cercano al republicano Donald Trump.
El presidente izquierdista, de 78 años, ya ha viajado a Washington para reunirse con su homólogo, el demócrata Joe Biden. Los dos líderes comparten metas sobre la lucha contra el calentamiento global, la defensa de los derechos de los trabajadores y los valores democráticos, pero hay muchos otros temas que los separan. Empezando por Ucrania.
Lula se opone a la política de aislamiento de Rusia adoptada por Washington desde la invasión de Ucrania en febrero de 2022, por considerar que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y las potencias occidentales comparten la responsabilidad de la guerra.
La otra manzana de la discordia es Venezuela: el presidente Lula ha guardado silencio, a diferencia de los estadounidenses, ante los obstáculos para que algunos candidatos opositores al mandatario Nicolás Maduro se presenten a las elecciones previstas en el segundo semestre del año.
Reunión con Milei
Brasil tiene “importantes lazos y conexiones con las autoridades de Maduro y es capaz de hacerles llegar mensajes claves”, declaró el viernes el jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina, Brian Nichols. También se espera que Blinken hable con algunos países sobre el apoyo a Haití, inmerso en una grave crisis humanitaria y de seguridad, en un momento en el que la comunidad internacional tiene dificultades para constituir una fuerza policial multinacional bajo los auspicios de Kenia.
Para Bruna Santos, directora del Instituto brasileño del Wilson Center, la administración Biden ha comprendido, tras un año de mandato de Lula, que “pueden ser buenos amigos, aliados a veces”, pero no siempre. Los brasileños estiman que el gobierno de Biden tiene poco interés en América Latina, añade. “Hay una sensación de que esta relación no está a la altura de su potencial”. En Argentina, Blinken se reunirá el viernes con el presidente ultraliberal Javier Milei, a quien se le suele comparar con Trump.
Fuente: AFP.