Ciudad del Vaticano, Santa Sede | AFP.
El obispo Charles Scicluna, arzobispo de Malta, considerado uno de los mayores expertos en crímenes sexuales, llegará a Chile el próximo 20 de febrero para investigar las acusaciones de encubrimiento de abusos sexuales por parte del obispo Juan Barros, indicó este lunes la página especializada en información religiosa Vatican Insider.
El papa Francisco, quien generó polémica durante su reciente visita en enero a Chile por apoyar al controvertido obispo Barros, decidió enviar a Scicluna para que “escuche a quienes han manifestado la voluntad de dar a conocer los elementos que poseen” sobre el religioso, acusado de haber encubierto los crímenes del sacerdote Fernando Karadima en los años 1980 y 1990.
Scicluna deberá presentar un informe al papa, hacia el 26 de febrero, sobre su delicada misión en Chile, precisa la página religiosa.
El enviado del pontífice tiene programado para el 17 de febrero, un encuentro en Nueva York (EEUU) con una de las víctimas de abuso sexual por parte de Karadima.
Luego viajará a Chile para escuchar a otras dos víctimas del sacerdote, entre el 20 y el 23 de febrero, sostiene la misma fuente.
Finalmente, el 26 de febrero, el prelado maltés deberá ser recibido por el papa argentino en el Vaticano.
La primera de las tres víctimas que entrevistará será Juan Carlos Cruz, quien sostiene que escribió en 2015 una carta a Francisco en la que denunciaba la situación del obispo Barros, nombrado por Francisco ese año obispo de la ciudad sureña de Osorno (Chile) pese a estar involucrado personalmente en el escándalo.
Según Cruz, la carta fue entregada personalmente al pontífice por el cardenal Sean O’Malley, presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores.
El caso empañó el viaje de Francisco a Chile, sobre todo después de que el obispo acompañara al pontífice en varias ceremonias públicas, y que el mismo papa tildara de “calumnias” las acusaciones de las víctimas contra el obispo, descalificando indirectamente a los más afectados.
Tras la polémica y ante los periodistas que los acompañaban en el avión de regreso del viaje a Chile y Perú, el pontífice pidió “disculpas” a las víctimas de abusos sexuales por sus declaraciones a favor de Barros, al que le había dado tu total apoyo.
Pocos días después, el papa anunció que debido a las “nuevas informaciones” recibidas, decidió enviar a Scicluna a Chile para que escuche a “aquellos que han mostrado la voluntad de entregar más elementos en su poder” al prelado.
Scicluna fue el encargado de investigar en 2005 al religioso mexicano Marcial Maciel, fundador de la poderosa congregación religiosa conservadora Legionarios de Cristo, quien protagonizó uno de los mayores escándalos de la Iglesia al ser hallado culpable de numerosos abusos sexuales cometidos durante décadas.
Después de la muerte en 2008 de Maciel y de que hubiera sido en 2006 relegado al silencio por orden del entonces papa Benedicto XVI, tras ser condenado por pedofilia, se descubrieron otros horrores cometidos por el fundador, entre ellos el haber abusado de los hijos que tuvo con dos mujeres, a las que engañaba diciendo que era soltero, así como su adicción a la morfina y sus negocios oscuros.