Ciudad del Vaticano,Santa Sede|AFP|
El cardenal estadounidense Bernard Law, fallecido en Roma este miércoles a los 86 años, fue uno de los purpurados más influyentes de la iglesia católica antes de caer en desgracia en 2002 por encubrir curas pederastas en la diócesis de Boston.
Law, acusado por el diario Boston Globe de ser la “figura clave” en las investigaciones por los abusos sexuales cometidos por decenas de sacerdotes pedófilos entre 1984 y 2002, se refugió en Roma tras los escándalos y nunca fue enjuiciado.
Pese a tener la reputación arruinada, el religioso gozó siempre de la protección de la Santa Sede, que lo nombró en 2004 arcipreste de la basílica de Santa María la Mayor.
Llegó a oficiar varias veces misa en la basílica, lo que generó protestas y malestar de algunos fieles.
Fue un "papable"
En 2011 se jubiló, pero mantuvo los títulos, como es tradición en la iglesia, de arcipreste emérito de la basílica y arzobispo emérito de Boston.
El prelado, era considerado uno de los cardenales más cercanos a Juan Pablo II y llegó a entrevistarse con el mismo Fidel Castro en diciembre de 1998, meses después del histórico viaje del papa polaco a la isla comunista para impulsar el deshielo.
Tuvo tanta influencia que llegó a entrar en la lista de los llamados “papables”, de los sucesores de Pedro, pero tras el escándalo generado por haber protegido a los curas pedofilos, su carrera se hundió para siempre.
Nacido el 4 de noviembre de 1931 en la localidad mexicana de Torreón, Law, debido a que el padre era coronel de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, creció en bases militares.
Estudió historia medieval en la Universidad de Harvard y comenzó estudios religiosos en 1953. Fue ordenado sacerdote en Mississippi en 1961.
Defensor en la década de 1960 de los derechos civiles de los negros en el sur de Estados Unidos, fue un incansable opositor al aborto y simpatizante de los sectores más conservadores de la iglesia.