Abc.es/Madrid/Guadalupe Piñeiro

Corría el mes de enero - muy caluroso en Buenos Aires- y el fiscal argentino se preparaba para cumplir con una promesa que había realizado por televisión: el día 19 justificaría en la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados la denuncia que había presentado contra la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien gobernó hasta diciembre de 2015.

La acusaba de encubrir a los presuntos autores del atentado a la AMIA ocurrido en 1994, el más terrible que se vivió en el país, que dejó un saldo de 85 muertos y más de 300 heridos. Su denuncia cobró más fuerza el pasado miércoles, cuando el ministro de Exteriores de Irán aseguró en una carta que existió un pacto con la exmandataria para frenar la detención de los posibles asesinos.

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Aquel lunes de enero, el país entero esperaría con atención el discurso de Nisman. Grande fue la sorpresa cuando un día antes del esperado acontecimiento se supo que el cuerpo del fiscal había sido hallado sin vida, con una herida de bala en la cabeza, en su piso ubicado en las Torres Le Parc del exclusivo barrio porteño de Puerto Madero.

«Nisman investigó la causa AMIA y sostenía que el exgobierno había realizado una negociación con Irán mediante un memorándum para proteger a quienes él consideraba responsables del atentado», cuenta a ABC el periodista Facundo Pastor, autor del libro «Nisman. ¿Crimen o suicidio? ¿Héroe o espía?».

El caso Nisman implicó un punto de quiebre en el mandato de Fernández de Kirchner, ya que las extrañas circunstancias de su muerte alimentaron las versiones de asesinato. Sin embargo, apenas sucedido el hecho, Fernández de Kirchner se apresuró a publicar una carta en la que daba por hecho que el fiscal se había quitado la vida. «¿Qué fue lo que llevó a una persona a tomar la terrible decisión de quitarse la vida?», se preguntaba con tono dramático.

Del lado opuesto, la exesposa de Nisman y madre de sus dos hijas -Iara, de 17, y Kala, de 10-, Sandra Arroyo Salgado, está convencida de lo contrario y este año, en diálogo con el diario Clarín, aseguró que sus niñas «ya saben que fue un homicidio».

No obstante, Pastor señala que «el caso Nisman no tuvo grandes avances. Se hizo una segunda autopsia y se está más cerca de la hipótesis de un homicidio, pero la causa está en la nada».

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