Buenos Aires, Argentina | AFP |

Los 164 países de la Organización Mundial del Comercio (OMC) pelean hasta último momento en busca de algún acuerdo que, aunque mínimo, salve la cara de su conferencia bianual que cierra este miércoles en Buenos Aires.

“No pudimos cruzar la línea en algunas áreas clave”, dijo el director general de la OMC, Roberto Azevêdo, según el vocero de la entidad, Keith Rockwell.

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Uno de los más enérgicos críticos de la OMC, el jefe de la delegación de Estados Unidos, Robert Lighthizer, se marchó de la capital argentina la noche del martes, dijeron fuentes diplomáticas.

Lighthizer expuso duros juicios contra la OMC. Empero aprovechó la reunión para sellar con la Unión Europea y Japón una alianza para combatir en esa misma entidad las prácticas comerciales de China que las tres potencias consideran desleales.

Esta reunión de la OMC es la primera desde que Donald Trump entró en la Casa Blanca y se lanzó en contra de organismos y tratados multilaterales que considera dañinos para la economía de Estados Unidos.

Entre las decepciones de Buenos Aires se cuenta la falta de entendimiento sobre la cuestión agrícola.

Las perspectivas de avances para desmantelar el proteccionismo en esta conferencia se desvanecieron, admitieron miembros de delegaciones.

Al mismo tiempo, en la mañana del miércoles se hacían esfuerzos para encontrar puntos de entendimiento en materia de pesca y comercio electrónico.

La presidenta de la 11ª conferencia, Susana Malcorra, extremaba en tanto la negociación de una declaración final de la conferencia.

“Estamos en modo ‘mirando hacia adelante’”, dijo el portavoz Rockwell.

Aun cuando no se alcance ningún acuerdo definitivo o formal, la OMC considera que no se va de Buenos Aires con las manos vacías.

El objetivo ahora es seguir negociando en Ginebra, donde esa entidad rectora del comercio mundial tiene su sede.

“Hicimos progresos”, dijo Azevêdo. No haber superado diferencias “no significa que nos iremos de Buenos Aires sin nada”, añadió.

“Podemos ahora contar con orientaciones para el trabajo en Ginebra. La pesca es un buen ejemplo”, dijo.

Un acuerdo contra la pesca ilegal era uno de los pocos logros concretos que se esperaban de la conferencia.

No obstante algunos países pidieron más tiempo para definir con precisión diversos criterios; entre ellos, por ejemplo, qué legislación se aplicará en cada caso.

Acuerdo pesquero obstaculizado

La pesca ilegal, y hasta fomentada con subsidios, es un viejo y serio problema para países ricos y pobres.

La ONU se propuso prohibir las subvenciones a la pesca ilegal hacia el año 2020. Sin embargo esa decisión no es aún obligatoria y la OMC se había propuesto darle un marco normativo que parecía poder alcanzarse en Buenos Aires.

Empresas pesqueras arrasan indiscriminadamente con los recursos ictícolas y de esa forma perjudican a los pescadores artesanales que en muchos países son mayoritariamente de bajos recursos.

Por otro lado, la pesca ilegal es considerada como un ataque al ecosistema pues se le atribuye esta dejando especies al borde de la extinción.

La ONG Bloom acusó a India de haber obstaculizado un acuerdo pesquero en Buenos Aires.

“India bloqueó todo, incluso un acuerdo para la prohibición de subsidios que incitan a la pesca ilegal. Es una irresponsabilidad”, dijo la presidenta de Bloom, Claire Nouvian.

“El colapso de las negociaciones en la OMC tendrán inevitablemente un efecto ‘boomerang’ en los pescadores artesanales del mundo entero” añadió.

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