Rodrigo Coronil, más conocido como el “Chipero cheto”, es oriundo de Coronel Bogado y hoy representa un símbolo de superación. Su historia se popularizó en las redes sociales debido a su carisma al vender chipas desde un rodado de lujo; de ahí proviene el apodo “Chipero cheto”.

Rodrigo fue invitado a varios programas de televisión en el país debido a su popularidad, y allí contó una vida caracterizada por el esfuerzo y el trabajo. Él también fue llamado para participar en un reality show de encierro, donde interactuó con personalidades públicas e influencers del país.

A pesar del éxito mediático, Rodrigo no olvida sus raíces ni el valor de su historia personal. Sueña con ser un referente positivo, especialmente para los jóvenes que atraviesan momentos difíciles, como la adicción a las drogas.

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Uno de sus proyectos más importantes es la creación de un centro de rehabilitación en su ciudad natal, para ayudar a personas con problemas de adicciones.

Desde su puesto de chipas hasta la pantalla chica, su mensaje es: “El trabajo no deshonra, lo que vale es salir adelante con honestidad”. Con esfuerzo, carisma y convicciones firmes, Rodrigo Coronil demuestra que la superación no es un privilegio, sino una decisión diaria.

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