Tras tres años de separación, Shakira (48) y Gerard Piqué (38) lograron vender una de sus propiedades en Esplugues de Llobregat, Barcelona (España) por más de tres millones de euros. La mansión, que fue diseñada por la arquitecta Mireia Admetller, fue el nido familiar de la cantante, el exfutbolista y sus hijos Sasha y Milan.
Esta propiedad formaba parte de un complejo familiar que incluía varias viviendas, jardines, piscinas, gimnasio, sala de juegos y hasta un estudio de grabación. Según medios españoles, Shakira buscó vender la propiedad por 12 millones de euros, mientras que Piqué buscó cerrar la venta con rapidez, aceptando cifras mucho menores.
Finalmente, la negociación entre los exs se resolvió con un acuerdo intermedio, aunque todavía quedan dos propiedades del complejo a la venta, con un valor conjunto estimado de 11 millones de euros. Se informa que la gestión de esta venta se lleva a cabo con “discreción”, a través de una sociedad administrada por Joan Piqué, padre del exfutbolista.
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¡Lazo permanente!
La idea de la expareja es deshacerse del patrimonio en común que tenían, por los conflictos que han tenido por la separación de bienes. Más allá de lo patrimonial, el mayor vínculo entre ambos sigue y seguirá siendo la crianza de sus hijos Milan y Sasha.
Aunque la cantante de “Waka Waka” se mudó con ellos a Miami (EE. UU.), Piqué viaja con frecuencia para cumplir el acuerdo de custodia. Por su parte, los abuelos paternos, que residen en Barcelona, han expresado su deseo de pasar más tiempo con los niños, un anhelo que se ve limitado por la distancia y no por decisión de Shakira.
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