- Jimmy Peralta
- Fotos: Mariana Díaz
Alejandra Velázquez, directora de la Orquesta Sinfónica de Fernando de la Mora (OSIF), habla sobre el inédito show tributo a la banda de heavy metal estadounidense Metallica que tendrá lugar el próximo viernes 29, en colaboración con la banda Overgod.
La Orquesta Sinfónica de Fernando de la Mora (OSIF) ofrecerá el próximo viernes 29 de agosto un tributo sinfónico a la legendaria agrupación estadounidense de heavy metal Metallica, a partir de las 21:30, en el Teatro Municipal “Prof. Pedro Moliniers” de la ciudad, ubicado sobre la Ruta Mariscal Estigarribia esquina Capitán Montiel.
En abril de 1999 se realizaron los conciertos que dieron vida al disco S&M, en el Berkeley Community Theater, conjugando en escena a la Orquesta Sinfónica de San Francisco y a la agrupación de heavy y thrash metal Metallica, liderada por James Hetfield.
La próxima semana, inspirada en aquel álbum, la OSIF brindará un tributo a aquel encuentro, con destacados músicos invitados.
Se trata de un show en colaboración con la banda Overgod, reconocida por representar a Paraguay en el evento internacional Metallica Chapter Day. También sumarán su energía a esta experiencia sinfónica: Sabb Montes (Milkshake), Julio Franco (Mythika), Enrique Zayas (Paiko), Josema González (Kuazar), Rafa Thielmann (Steinkrug) y Walter Cabrera (Flou).
FUNCIÓN ESPECIAL
El concierto, declarado de Interés Municipal y Cultural por la Municipalidad de Fernando de la Mora, se presenta como un éxito en taquillas, y despierta el interés de los amantes del género y del público en general.
Las entradas ya están completamente agotadas desde hace semanas, pero habrá una función especial el jueves 28, un ensayo general abierto y Meet & Greet, marcado para las 19:00, en el principal coliseo cultural fernandino. El acceso costará G. 80.000 y se puede adquirir en Ticketea.
La Nación del Finde habló con la maestra Alejandra Velázquez, directora de la orquesta, sobre el gran concierto en puertas; además de hacer un repaso sobre sobre el origen de la conformación que dirige, las actividades que desarrolla y su carrera musical.
–¿Cómo nace la Sinfónica de Fernando de la Mora?
–La OSIF nace en el 2007 bajo la dirección del maestro Emiliano Aiub, quien fue mi profesor en el Conservatorio Nacional de Música. Cuando fallece el maestro en 2014, uno de los padres de los músicos, jóvenes en su mayoría, me contactaron para ocupar la dirección y de esta forma, evitar que la orquesta se extinga dentro del municipio. El nombre de la orquesta en sus primeros años de vida fue Orquesta Moderna Municipal y desde 2022 se cambió el nombre a Orquesta Sinfónica de Fernando de la Mora (OSIF) dado que ya contábamos con un mayor número de integrantes y en su mayoría músicos profesionales propios de una orquesta con estas características.
Aún falta cubrir filas, como por ejemplo en los metales y en las maderas, mejoras en el salario de los músicos, todo un desafío que me encantaría proponer a las autoridades de cara a los nuevos cambios que pronto se estarán dando. Si bien la administración municipal actual nos apoyó bastante, desde lo que le corresponde al Gobierno es necesario decir que para la cultura y en todas las áreas, no solo las palabras y el reconocimiento bastan. Son los hechos, las acciones los que marcan la diferencia.
–¿Qué actividades desarrolla la orquesta en su calendario y qué objetivos se propone?
–Por lo general y dentro del calendario oficial, la orquesta ofrece conciertos por el aniversario de la ciudad que se da en el mes de febrero y en los días patrios que son de las primeras actividades que son puntuales y fijas cada año. Tenemos la intención de llegar a los barrios, a las plazas, a las comunidades, pero eso implica un costo en luces y sonido con el que penosamente no contamos. Sin embargo, realizamos presentaciones en iglesias y parroquias de la ciudad en fechas correspondientes a festividades varias y de fin de año. Dichas actividades nos permiten acercarnos a un público que no siempre puede asistir al teatro. El principal objetivo es llevar el repertorio que hacemos a más lugares y espacios fuera de la ciudad, que por falta de presupuesto es difícil, pero no perdemos la esperanza de ir abriendo horizontes y expandirnos como agrupación que busca brindar música y arte de calidad y de vanguardia.
–¿Tiene alguna inclinación o énfasis particular respecto a su repertorio?
–Siendo que ya existen varias orquestas sinfónicas en el departamento Central que hacen mayormente repertorio clásico, nos complace abordar repertorio sinfónico latinoamericano como así también música popular desde lo sinfónico con arreglos adaptados a nuestra conformación, acercándonos de esta forma a otro público que gusta de este tipo de música. Considero que la OSIF abre un espacio a la versatilidad que permite a los músicos experimentar otros estilos, ya que en su mayoría vienen de una formación clásica y hacer música popular es otro universo de conocimiento y de conexión con el público que asiste a este tipo de espectáculos.
EL CONCIERTO
–¿Cómo surge la idea de hacer tributos a bandas del rock, y en este caso a Metallica?
–Este proceso se dio en el marco del concierto Retro Sinfónico que tuvimos con el grupo The Classics en el mes de febrero, concierto al cual asistió la productora de Overgod y algunos chicos de la banda. Fue allí que pensaron en la posibilidad de llevar adelante este proyecto con nosotros. Me llamaron y también me sentí atraída por la propuesta que, sin duda, es todo un desafío ya que estamos hablando de un parámetro enorme como lo es la Orquesta Sinfónica de San Francisco, que fue la encargada del concierto con Metallica. Es una oportunidad de llegar con música sinfónica a otro tipo de público, cosa que siempre me motiva a encarar nuevos proyectos.
–Los arreglos, ¿cómo fueron trabajados o seleccionados?
–Los temas fueron seleccionados por los integrantes de la banda y a partir de ahí me senté a trabajar en los arreglos atendiendo la conformación de mi orquesta, tomando como base lo que realizó la Orquesta Sinfónica de San Francisco. Para llegar a tiempo con los arreglos dada la magnitud del trabajo, conté con la colaboración y la ayuda de Kike Álvarez, Ángel Giménez, Horacio Viñales (joven músico de la orquesta), así como con el acompañamiento técnico de Rebeca Benítez, quien se desempeña como copista y tiene un muy buen manejo de programas de música. Es así que contamos con 17 temas en total que serán escuchados el próximo viernes 29 de agosto.
–¿Sos o fuiste fan de Metallica?
–Debo confesar que conocía algunas canciones, pero no muy a fondo. Esta experiencia me llevó a interiorizarme con las letras y la música. Algunas de ellas me han sorprendido gratamente al ser poemas sinfónicos en potencia. Tanto me interesó que en mis pocos ratos libres me detuve a ver algunos documentales de Metallica desde sus inicios en YouTube.
–¿Qué significa para la orquesta, como mensaje y como incentivo, la respuesta positiva tan clara del público?
–Siempre es positivo que la orquesta pueda tener mayor visibilidad porque la verdad es que sentimos que podemos ofrecer espectáculos diferentes. Estamos muy abiertos a eso y, por supuesto, esperamos más que nada que podamos llegar a empresas que puedan apoyar nuestro trabajo que llevamos adelante a pulmón y de corazón. Si Metallica llega a Paraguay, estamos más que listos para acompañarlos, ya tenemos un pie en el anfiteatro José Asunción Flores. ¡Soñar no cuesta nada!.
“HACER MÚSICA ES DIALOGAR, ES TRANSMITIR UN MENSAJE”
–¿Qué particularidades pensás que aporta un director a una orquesta?
–Hacer música es dialogar, es transmitir un mensaje, todo un proceso para lograr que la orquesta sea un solo instrumento a través del cual podamos cumplir a cabalidad con el rol social que de por sí está implícito en la música y en las artes. Conectar emocionalmente con la orquesta es fundamental para poder hacer magia, esa magia que no es otra cosa que conectar con el oyente en un ir y venir de energías. Hacer música es un viaje de ida y vuelta.
–En la última década el papel de la mujer en los espacios de dirección se hizo más presente. ¿Sentís que eso representa un avance en el reconocimiento y las oportunidades?
–Sin duda hubo y hay avances, pero creo que no solo por el hecho de ser mujer deben ser abiertos estos espacios, sino por la debida validación del trabajo intelectual y de una reconocida trayectoria e idoneidad. Cabe destacar que este 2025 la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) brindó espacios a dos mujeres para dirigir conciertos completos: una de ellas la brasileña Katarine Araújo en la temporada internacional, y de nuestro país, Pacita Diez Pérez, quien se desempeña actualmente como directora artística de la orquesta.
En mi caso, la OSN me ha invitado en cuatro oportunidades a dirigir la orquesta dentro del ciclo nacional y también me tocó colaborar con otras orquestas y elencos del país, como también las invitaciones mencionadas anteriormente para dirigir en Colombia y Estados Unidos.
Otras orquestas como la OSCA e IPU Paraguay hicieron lo propio con directoras jóvenes emergentes en la dirección.
Entre las directoras mujeres destacadas de la actualidad puedo mencionar a Alondra de la Parra (México), Marin Alsop (Estados Unidos), Mirga Grazynité (Lituania), Glass Marcano (Venezuela), entre muchas otras que están dejando huellas y marcando tendencias.
FORMACIÓN Y TRAYECTORIA
–¿Cuál fue tu proceso de formación y de trabajos antes de llegar a la orquesta?
–Me inicié con la guitarra popular con 9 años de edad con Luis Coffier. Fue una llave que me permitió abrir otras puertas al mundo de la música. Era un instrumento accesible en cuanto a precio y a lo que mi familia en ese momento podía pagar por mis clases.
Posteriormente y por consejo de mi tío Silvio Rodríguez que fue concertino de la OSCA varios años, seguí mis estudios en el Conservatorio Nacional de Música, donde tuve la posibilidad de estudiar y aprender de grandes maestros como Florentín Giménez, quien me dio las primeras lecciones de dirección orquestal, Manuel Cabral en dirección coral, Remigio Pereira, que me incentivó y me formó en un campo maravilloso como lo son los arreglos orquestales, que me permiten adaptar muchas composiciones a mi plantilla actual de músicos, y otros muchos que sembraron en mí el amor a la música.
A nivel internacional tuve ocasión de tomar cursos, seminarios y talleres con grandes maestros tanto en Brasil como en Argentina y en estos últimos años pude conocer y trabajar muy de cerca con maestros de la talla de Roberto Montenegro de Uruguay y el maestro Thomas Verrier de Estados Unidos.
Bajo su tutela culminé el curso de Dirección de Bandas Sinfónicas en Blair School of Music de la Universidad de Nashville. Con este último, pudimos colaborar y estrechar vínculos que me permitieron viajar a Colombia (2023) y Estados Unidos (2024) donde me ha tocado dirigir.