A 17 años de admitirse la imputación por tortura contra el ex ministro del Interior, Walter Bower, el juez penal de Garantías Gustavo Amarilla fijó para el 19 de marzo –a las 8:30– la audiencia de imposición de medida para el imputado. Esta situación se registra luego de un informe que consta en el expediente judicial que dice que no se le impuso ninguna medida al procesado. En la causa también se encuentran dos policías, Merardo Palacios y Osvaldo Vera, acusados por hechos de tortura, lesión corporal en el ejercicio de las funciones públicas y coacción respecto de declaraciones.
El 18 de abril del 2001, el entonces juez Pedro Mayor Martínez admitió la imputación presentada por el fiscal Amílcar de Jesús Ayala Bonzi y se daba por iniciado el procedimiento penal contra Bower Montalto. Pasaron 17 años y el ex ministro no fue citado para la diligencia.
El juez Gustavo Amarilla tiene hoy el proceso penal luego de que la sala constitucional de la Corte Suprema rechazara "in limine" la acción de inconstitucionalidad planteada por la defensa del ex comisario Merardo Palacios contra el fallo del Tribunal de Apelación que había confirmado al citado magistrado para que siga en el caso. Amarilla citó a Bower para el 19 de marzo a las 8:30, cuando se le impondrán las medidas.
El abogado querellante, Rolando Alum, solicitó en varias ocasiones ante los diferentes juzgados que le imponga las medidas a Bower, pero su pedido nunca se pudo concretar. Sin embargo, el 2 de julio del 2003, el fiscal interviniente, Fabián Centurión, pidió al juzgado la aplicación de medidas alternativas a la prisión preventiva para el imputado, además la prohibición de salir del país. Hasta la fecha tampoco se pudo realizar la audiencia preliminar a raíz de las chicanas presentadas.
ANTECEDENTES
Los comisarios Alfredo Cáceres y Jorge López denunciaron haber sido torturados en la Comisaría 11 Metropolitana y en la Marina, tras el fallido intento de golpe de Estado en mayo del 2000, durante el gobierno de Luis González Macchi.
Esto ocurrió bajo la supervisión del entonces ministro del Interior, Walter Bower.