El pasado martes el ministro Raúl Torres Kirmser fue electo como presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y anunció con bombos y platillos que todas las secretarías de la máxima instancia judicial, así como los gabinetes de cada uno de los ministros, serán auditadas; sin tener en cuenta que en la Dirección de Auditoría de Gestión Judicial no se tiene impresora, tóner, papel y el equipo informático ya cumplió su vida útil.
Actualmente, el director de Auditoría de Gestión Judicial es el abogado Mario Elizeche, quien será el encargado de controlar la gestión de sus jefes. Altas fuentes judiciales cercanas a los propios miembros de la Corte señalaron que el trabajo de los auditores comenzará a mediados del mes de marzo. Esto permitirá que los gabinetes de cada ministro puedan acelerar los trabajos y así informar que sus despachos están "al día".
La mencionada dirección se encuentra realizando cientos de auditorías ordenadas por la propia CSJ, sobre denuncias de actuación irregular de magistrados en la tramitación de casos judiciales. Los auditores tendrán la difícil tarea de recolectar primeramente todos los datos, para luego informar qué despacho está en mora o al día.
Existen numerosos procesos penales "cajoneados" en la máxima instancia judicial y en su mayoría son de políticos que están procesados penalmente por ocasionar perjuicios multimillonarios al Estado.
TRANSPARENCIA
El nuevo titular de la CSJ, Raúl Torres Kirmser, señaló que van a "darle prioridad a la transparencia, a la lucha contra la corrupción y sobre todo contra la mora judicial. Como primera medida, la primera entidad en ser auditada será la Corte Suprema de Justicia".
Indicó que "la lucha contra la mora judicial implica preocuparse desde la presentación de un escrito hasta su resolución, dándole mucho énfasis a la gestión de despacho, ya que de nada sirve que un juez no le dé trámite a un proceso y tampoco tenga expediente en estado".