Éver Cáceres recobró su libertad 7 meses antes de que se cum­pla su condena. Se benefició con la figura de la redención por su participación en los pro­gramas de reinserción imple­mentados por el Ministerio de Justicia, en el Pabellón Liber­tad de la Penitenciaría Nacio­nal de Tacumbú.

La figura de la redención se encuentra en el Código de Eje­cución Penal y consiste en la reducción de la pena como premio por la participación en actividades laborales y educa­tivas, además de poseer buena conducta. Establece también la asistencia integral tras la libertad. Otros sentenciados también podrían acceder a la redención siempre y cuando se cumplan los requisitos que establece la normativa legal.

Desde su ingreso al penal, Éver Cáceres se capacitó en las técnicas de forrado de ter­mos, repujado y pinturas en cuero, oficio que genera un ingreso para su propia ayuda y la de su familia. "A pesar de que tengo hermanos dibujan­tes yo no sabía nada de pintura, pero cuando entré me pro­puse aprender algo para que al salir pueda contar con algo que me ayude a defenderme y generar ingresos. Seis meses me llevó conocer las técnicas básicas, luego con la experien­cia y creatividad fui puliendo mi trabajo", manifestó.

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Cáceres formó un equipo de 4 personas dentro del Pabellón Libertad, a quienes enseñó las técnicas, tipos de dibujos y la combinación de colores que debe ser empleada en los tra­bajos. Una vez recuperada su libertad, piensa montar un taller para continuar con la pintura y el forrado de termos, en las inmediaciones del Mer­cado 4 o en la ciudad de Santaní.

El objetivo del taller que pro­pone Cáceres es para conti­nuar trabajando en coordi­nación con el Ministerio de Justicia, para la elaboración y comercialización de los ter­mos artesanales en conjunto con el equipo de artesanos que él formó durante su tiempo de privación de libertad. "La idea es continuar con este trabajo para seguir ayudando a los muchachos. Quiero seguir visi­tándolos para seguirles orien­tando", señaló.

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