En el marco de un juicio por indemnización de daños y perjuicios, iniciado por la Cooperativa Santísimo Redentor Ltda., contra el abogado Jorge Vicente Amarilla, quien se desempeñaba como asesor legal de la citada entidad, el Tribunal de Apelación en lo Civil y Comercial, integrado por Alejandrino Cuevas, Linneo Ynsfrán y Carmelo Castiglioni, confirmó la condena de aproximadamente G. 10 millones, interés incluido, para el profesional del derecho por haber permitido caducar un juicio ejecutivo en el que se pretendía reclamar sumas de dinero a favor de la cooperativa.

La resolución judicial deja un precedente importante, debido a que en muchos casos un abogado pierde un juicio civil por su propia negligencia. De acuerdo a los antecedentes, el abogado Gervacio Orué, en representación de la Cooperativa Multiactiva de Ahorro y Crédito y Servicios Santísimo Redentor, demandó a su colega Amarilla Gómez por daños y perjuicios derivados de la declaración de caducidad decretada en un juicio, en el que la cooperativa otorgó un poder general para realizar el cobro compulsivo en un juicio ejecutivo.

La caducidad de instancia se decretó por que no se impulsó el juicio civil dentro del plazo establecido en la ley, situación que generó cargar con los gastos del juicio perdido.

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