Viviana Paredes Zanotti era una niña que como todas las de su edad vivía sin malicia. Era feliz en medio de su inocencia. Tuvo la fortuna de tener papá y mamá. Pero un día, su vida quedó truncada a causa de un procedimiento realizado por varios agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), que tuvo lugar en un cañaveral de Nueva Italia, en el departamento Central.
El ataque a la familia Zanotti Cavazzoni sucedió el sábado 18 de junio del 2016. Según la declaración del fiscal que encabezó el procedimiento, Carlos Alcaraz, y las versiones que dieron los agentes de la Senad, el equipo estaba tras la pista de la entrega de un cargamento importante de drogas que iba a materializarse en la zona y pensaron que la camioneta en la que iban los Zanotti era el móvil de los traficantes. Acto seguido, hubo una intensa balacera, en la que los disparos provenían de un solo lugar. Como resultado, dos miembros de la familia resultaron heridos y horas después uno de ellos falleció, la pequeña Viviana.
Según las versiones, la camioneta en la que iban los Zanotti habría huido del lugar porque creían que se trataba de un supuesto secuestro. Como era de noche y no se podía visualizar lo que sucedía, intentaron salir lo más rápido posible de la zona, incluso, se escondieron dentro del cañaveral. Pero el desenlace fue trágico. Una vez parada la camioneta, al abuelo de Vivi, Ulrico Zanotti, lo golpearon. No pararon hasta que vieron a la abuela, Ana Franco, con la pequeña Viviana en sus brazos, prácticamente agonizando por el disparo que recibió en el cabeza. Su tío, Alexandro Zanotti, quedó herido de tres balazos, pero afortunadamente no de gravedad.
ACTUARON A QUEMA ROPA
Dos tías de Viviana, Cinthia Meza y Emilce Barrios, dijeron que de no haber sobrevivido ningún integrante de la familia, la historia hubiera sido otra, ya que los os agentes en todo momento actuaron a quema ropa. "Si morían todos, lo más probable es que plantarían evidencias para incriminarnos de narcotraficantes", refirió Meza a los medios de comunicación durante el velatorio de Vivi.
La despedida fue terrible, los padres, el suboficial de Policía Miguel Paredes y Romina Zanotti Cavazzoni, quedaron totalmente desconsolados ante la pérdida de la única hija que tenían. Actualmente, la mamá está a la espera de mellizos, aunque la pérdida de la pequeña Viviana les marcó la vida.
CAUSA ABIERTA
Actualmente, la causa sigue abierta y a pesar de que la acusación ya fue presentada por la Fiscalía al año siguiente de la tragedia, el 19 de junio de 2017, la audiencia preliminar no puede realizarse por las chicanas que se presentan antes de realizar la diligencia.
La primera fecha fue fijada para el 19 de julio de este año. La cita quedó suspendida y fue postergada para el martes 24 de octubre de este año a las 14:00, pero quedó nuevamente suspendida. Los abogados defensores argumentaron que no accedieron a las pruebas audiovisuales, por lo cual solicitaron más tiempo para interiorizarse de las mismas.
El Ministerio Público está representado por la agente fiscal de Villeta, Mirtha Rivas, y su coadyuvante, la fiscal Carina Sánchez. Se solicitó nueva fecha para la audiencia, donde se definirá si el juez penal de Garantías coincide con la Fiscalía en enviar a juicio oral y público a los acusados.
En esta causa fueron imputados y acusados por el hecho Virgilio Amado Chávez Ortellado, jefe de la Unidad de Reducción del Microtráfico, y Luis Ángel Servián Rotela, director de Operaciones. Además, fueron procesados los agentes Nicolás Fernando Cáceres Oviedo; José del Rosario Sánchez; Ignacio Alcides Sosa; Emilio José Vall Sánchez; Cristian Omar Morán Galeano; Miguel Antonio Chaparro y José Domingo López Orrego.
RENUNCIA
La Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) tuvo como ministro a Luis Rojas hasta el 20 de junio del 2016. Rojas presentó renuncia tras el fallido operativo que terminó con la muerte de la niña de tres años y se apartó de la institución para no obstruir en la investigación. En su reemplazo, fue nombrado el coronel retirado, Hugo David Vera Quintana.