• Toni Roberto
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Este domingo, Toni Roberto comparte algunos momentos del circuito dominical que recorrió la avenida que une el antiguo centro de Asunción con el nuevo corazón comercial ubicado en el este de la ciudad.

Eran las 10 de la mañana del domingo pasado. El viejo 404 bordó estaba frente a la antigua casa Louteiro como dialogando con el glorioso pasado. Más de 100 personas recorriendo los alrededores de Mcal. López casi Rep. Dominicana. Desde la vivienda de un acaudalado comerciante alemán construida a principios del siglo XX, pasando por la casaquinta de un vicecónsul de otras épocas, la residencia de un expresidente y el sueño de realizar su mansión como el de una película de un socialmente influyente abogado paraguayo del siglo XX, que terminó haciendo, más que una casa, una leyenda barrial en una otrora apacible esquina donde se encontraban chivatos con jacarandás en una mezcla armoniosa de colores.

Es precisamente ahí, en Brasilia y Mcal. López, mientras contaba en vivo sus recuerdos de esa esquina el arquitecto Yito Morra, hizo su paso una pareja de guacamayos que se encontraba en las altas palmeras que miran al cielo de lo que fuera la casaquinta de una familia brasileña, hoy embajada de Estados Unidos, y que abundan en esa esquina. Ellos también marcaron presencia.

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COMENTARIO

La mañana soleada en ese paseo de barrio se prestaba perfectamente para una charla. En un momento, cuento las historias de las ocurrencias de Manolo Battilana Peña. Una de ellas, cuando un día le dijo a su amigo Teodoro Meilicke Dragotto: “¿Vamos un rato, Teodoro, a Buenos Aires?”.

Acto seguido, tomaron cada uno su avioneta particular y partieron al sur sin muchas vueltas. En ese momento, pide la palabra Ida de los Ríos, diciendo algo clave: “¿Ustedes se dieron cuenta de que Battilana Peña utilizaba tecnología de punta en aquellos años 60 viajando en su moderna avioneta, pero quería seguir viviendo en una casa con aires del siglo XVIII o XIX?”. El comentario enriqueció más el corto paseo de 1:30 que dejó más preguntas que respuestas.

RIART Y ESTIGARRIBIA EN LA CUADRA

La comitiva del paseo de más de cien personas, encabezada por Jorge Srur, gerente Regional Sur de CAF, y analizado por José María Calvo, Patricia Ygarza, Ángela Fatecha y quien escribe estas líneas siguió camino, cruzó la calle y llegó hasta la vereda de enfrente, en la que fuera la casa del Dr. Riart, donde se habló de su amistad con el aquel entonces Gral. José Félix Estigarribia y las diferencias entre ambos. Mientras, mirábamos tras las rejas la profundidad del patio que en aquellos años llegaba mucho más allá, casi hasta la calle 25 de Mayo.

Algunas de las casas de la cuadra ya no están, pero la vegetación sigue su viejo camino de una zona de grandes quintas, un enorme paseo verde, al que se suma Mburuvicha Róga, en el sendero entre el antiguo centro de Asunción y el nuevo corazón comercial al este de la ciudad, cuyos prolegómenos ya podemos observar en el plano de Federico De Gásperi de la primera mitad del siglo anterior.

Por el camino de esta investigación encontramos algunas imprecisiones en algunas fuentes, que con los relatos de las antiguas familias y de la única sobreviviente de la cuadra, doña Consuelo Faraone de Palazón, que cumplió el jueves pasado 100 años, podemos corregir y dejar el dato para próximas investigaciones de la historia urbana asuncena, más allá de los interesados en las guerras y las revoluciones, porque a veces los cambios vienen desde el interior, de uno mismo, o tal vez de esta vieja larga cuadra de la avenida Mariscal López, que hoy habla por sí sola, en esta segunda entrega de estos relatos y caminatas de barrio.

Etiquetas: #Caminatas#CAF

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