Paraguayos residentes en España formaron un club que compite en la liga de Catalunya y cuyo plantel está conformado en un 100 % por connacionales. Se trata de una experiencia en la que el fútbol es una forma de expresar la identidad compartida, un homenaje al país al que siguen amando a pesar de la distancia.

  • Por Jimmi Peralta
  • Fotos Gentileza

“Lo que me llevó a compartir acá con los compa­triotas fue particularmente el fútbol, el jugar en varios lugares, conocer a muchas personas y compartir el asado los fines de semana. También me llevó la hospitalidad de quienes ya tenían sus como­didades acá. Ellos me invita­ban a compartir su mesa y su entorno familiar”, comenta César Ismael Pereira (35), un paraguayo trabajador de la construcción residente en Barcelona, España, donde junto a otros compatriotas fundaron el Deportivo Para­guay FC, que compite en la liga de Catalunya.

Oriundo de Luque, Pereira habla con rebosante orgullo sobre la experiencia que atra­viesa su cotidianeidad como migrante, ese convivir que ocupa su tiempo fuera de las obras, donde pone pasión y responsabilidad.

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“El club surge a través del desprendimiento de otro equipo. Nos echaron de un equipo a pesar de haber salido campeones y de ascender. Después de 10 años ahí nos dejaron sin la posibilidad de disfrutar en la nueva catego­ría”, rememora.

César Ismael Pereira, socio fundador y exjugado del equipo

FUNDACIÓN

“Reuniones tras reuniones, aguantando hasta lo último el proceso de la creación de otro club, se hizo la gestión a tiempo y eso alcanzó para fundar el club e inscribirlo en la Federación Catalana de Fútbol. Así nació el Deportivo Paraguay FC en 2022. En el primer año de su fundación ya logramos otra hazaña, ascender de división, algo his­tórico siendo que el equipo fue integrado por paraguayos al 100 %”, agrega.

Deportivo Paraguay FC de Catalunya arranca una nueva temporada, la 2025/2026, con un plantel totalmente paraguayo, que viene de obte­ner el segundo puesto en la competencia pasada.

Pereira, como socio fundador y exjugador del equipo, habla sobre su vida como migrante y sobre el Deportivo, esta experiencia que trasciende lo individual y que unifica en un proyecto el sentimiento de pertenencia de la numerosa colectividad paraguaya residente en el país ibérico.

–¿Qué tipos de afinidades comparte la colectividad paraguaya en la región donde estás radicado?

–Hoy en día mi entorno directo es respecto al fútbol. Desde que se fundó el club estamos trabajando en el día a día, tenemos reuniones, días de prácticas, partidos oficia­les, actividades para generar el sostén del club.

EL DEPORTIVO

–¿En qué categoría com­pite el equipo?

–Estamos inscriptos en la Federación Catalana de Fútbol, que está dentro de la Federación Española de Fútbol. Estamos afederados y legalmente reconocidos, jugamos la novena división, la denominación en Cata­lunya-Barcelona es Tercera Catalana.

–¿Cómo se armó el grupo y cómo viven los muchachos la experiencia?

–Es un grupo que nos conocemos de muchos años. Durante la pandemia nos empeza­mos a juntar y jugar torneos empresariales, torneos lati­nos, hasta que llegó el desafío de encarar la Catalana como grupo. Desde el principio el club entró a competir de tú a tú ante equipos muy impor­tantes del ascenso.

AMOR A LA CAMISETA

–¿Cómo se manejan en lo económico?

–El club se lleva a puro pul­món, no recibe ninguna ayuda de la Federación o el municipio. Se cumplen con todos los pagos a tra­vés de las actividades que se realizan, sean polladas, tallarina­das, rifas, sorteos, venta de todo un poco referente al club. Son activida­des que ayudan a juntar lo que demanda econó­micamente el sostenimiento toda una tempo­rada de 11 meses de duración. Se entrena dos veces a la semana y se juega sábado de local.

–¿Cuál es la principal acti­vidad laboral de los juga­dores?

–El 85 % de los jugadores están trabajando en obras, el otro porcentaje en supermer­cados, paquetería, además hay camareros. Todos los jugadores juegan por amor a la camiseta, nadie cobra.

UN SUEÑO

–¿Qué representa para vos esta experiencia de jugar por los colores del país?

–Para mí es un sueño hecho realidad. Tuve la oportuni­dad de jugar en equipos espa­ñoles y es totalmente otro ambiente. A través del fútbol desconocidos se vuelven ami­gos, se viven muchas cosas. Ganar cosas importantes dentro de la categoría donde estamos, y por cómo estamos, con todos los factores, es algo único, por todo el sacrificio que se hace para entre­nar y para intentar preparados desde lo físico y lo mental, para entrar y defen­der el escudo del club y la bandera del Paraguay. Eso solo se logra con la unión del grupo, dentro y fuera del vestuario, haciendo una gran hermandad.

–¿Qué respuesta tuvieron de la gente, tanto de para­guayos como de quienes no lo son?

–De los paraguayos una excelente respuesta. Mucha gente se hizo fanática del club, que siguen y apoyan en cada campo en Barcelona. Al final representamos nuestra bandera. Y de los no paragua­yos, mucha admiración y sor­presa por cómo va haciendo las cosas el club, el conseguir ascensos, el competir de igual a igual al estilo nuestro, sor­prendidos por el idioma gua­raní, de que seamos todos paraguayos.

–¿Qué metas se pusieron en el marco de este pro­yecto?

–La temporada pasada sali­mos vicecampeones y en ade­lante vamos a intentar seguir creciendo como club, alcan­zar más logros deportivos. Un sueño de todos es una sede propia, hacer conocer más al club, que el paraguayo se identifique y siga apoyando desde cualquier punto del mundo.

EL TECHAGA’U

–¿Qué aprendizajes o valo­res de Paraguay te son más destacados ahora desde lejos?

–La solidaridad del para­guayo es única, la humildad, eso se trae de allá y se man­tiene mucho en personas que no se marean, a pesar del buen pasar acá. El paraguayo sigue siendo auténtico.

–A veces el migrante vive en dos países, en el nuevo y en el de siempre con nostal­gia todo el tiempo ¿Cómo este proyecto se cruza den­tro de eso?

–El techaga’u está siempre, el Paraguay es único, no hay punto de comparación. En la temporada pasada, que casi se logra devuelta el ascenso, se salió vicecampeón. Por un punto no se llegó al objetivo, hubo videos motivacionales en los que hablaban familia­res, esa emoción vivida en ese momento en el vestuario es de las mejores imágenes que tengo grabadas. Los grandes seres humanos que son los repre­sentantes del club, que antes de jugadores son personas.

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