Un reconocimiento a la altura de su figura, fue el que recibió Francisco “Chiqui” Arce por parte del Gremio de Porto Alegre, como parte de los festejos de su 122 aniversario. El ahora técnico paraguayo, que supo brillar en el cuadro gaúcho en la década de los noventa, dejó su huella en el Paseo de la Fama del club.
“Arce se unió al equipo que armamos para la Libertadores de 1995. Además de ser un gran profesional, es una persona excepcional y supo honrar la camiseta del Grêmio. Este honor es un reconocimiento del Club porque realmente se lo merece”, mencionó César Pacheco, directivo del club. Arce, por su parte, al tiempo de agradecer este reconocimiento, mencionó que “fueron tres años maravillosos en el club”.
Arce como jugador fue campeón de la Copa Libertadores con el Gremio en 1995, siendo gran figura. Además, conquista la Recopa Sudamericana de 1996, el Brasileirão 1996 y dos títulos gaúchos.