Las luces frente a los arcos se apagaron en el partido entre General Caballero de Mallorquín y Libertad, que terminó sin goles y relega a ambos en la tabla, aunque mucho más perjudicial para el Rojo, que sigue penando por su bajo promedio. En tanto, el Gumarelo no consigue levantar vuelo pese al cambio de timón con Pablo Guiñazú al frente.
Pese a ello, fue Libertad el que comenzó mejor en el partido, principalmente por las incursiones del juvenil Joaquín Bogarín, quien fue el único que mostró desequilibrio por su zona. Hugo Fernández, muy apagado, no logró ser determinante a la hora de filtrar pelotas, por lo que arriba, Roque y Aguilar no fueron bien asistidos.
Pese a ese predominio Gumarelo, las acciones de gol fueron escasas, porque si bien General Caballero, se aplomó mejor con el correr de los minutos, aceleró sin mucha fuerza en la zona de ataque.
Con las variantes en el segundo tiempo de ambos equipos, el panorama cambió bastante. Los ingresos de Víctor Argüello y Clementino González le dieron otra prestancia al cuadro que dirige Humberto Ovelar. Y Libertad lo propio con los de Iván Franco y Lorenzo Melgarejo.
Los arqueros, Tales y Silva, comenzaron a cobrar relevancia para abaratar las mejores acciones de peligro. Argüello incluso alcanzó a convertir para el Rojo pero un leve toque de dedos con el balón, fue advertido por el VAR que terminó anulando el gol.
La intensidad se mantuvo hasta el final, aunque la falta de puntería prevaleció y no se vivió la emoción del gol.
Premio al que quiso más
Nacional se recuperó de la dura caída sufrida la fecha anterior ante Ameliano y logró un agónico y sacrificado triunfo sobre Deportivo Recoleta.
El cuadro de Pedro Sarabia entró decidido a tomar el protagonismo del partido, pero chocó con su propia falta de eficiencia frente al arco. Enfrente tuvo a un Recoleta muy metido atrás, que intentó algunos contragolpes que no surtieron el efecto deseado.
Ya en el complemento, los cambios ofensivos de Pedro Sarabia, sobre todo con los ingresos de Ignacio Bailone y Richard Prieto primeramente, y de Matías Almeida después, lo acercaron mucho más al tanto del desequilibrio. Y lo logró, luego de un gol anulado, vía VAR, a Richard Prieto, tras una mano previa de Alfaro.
El que marcó la diferencia fue Orlando Gaona Lugo, que aprovechó otro ataque profundo, para desatar la euforia en el Arsenio Erico. Lo buscó, lo mereció y lo logró en el final, ante un rival que mostró muy poco.