La selección paraguaya de fútbol ya es mundialista. ¡Qué lindo poder decirlo! Atrás quedaron los tres operativos anteriores de pura frustración para volver a gozar de una clasificación meteórica, por lo que hizo este equipo de Gustavo Alvaro, en el segundo tramo de las eliminatorias. La Albirroja volverá a una Copa del Mundo y es lo que importa. Y habrá feriado para festejarlo con todo.
El empate ante Ecuador fue suficiente. Faltaba ese puntito. Se esperaba un triunfo, pero eso quedó en un segundo plano porque el objetivo final está hecho.
El cuanto al partido, el inicio albirrojo fue de puro ímpetu. Luego de los minutos de estudio, el sector elegido fue el derecho, donde Ramón Sosa fue protagonista. De un doble enganche suyo se generó la primera ocasión de gol con su remate, que contuvo Galindez.
El arquero ecuatoriano fue nuevamente protagonista en un gran achique ante Sosa, que no pudo definir bien tras una gran habilitación de Alderete.
Ronaldo Martínez, la gran novedad en el ataque albirrojo, tuvo buenas y malas. No le faltó actitud para presionar a todos, pero le faltó regular sus corridas porque se ahogó rápido y perdió protagonismo.
En esa primera etapa, Ecuador, salvo algunos pequeños desajustes defensivos, no inquietó a Roberto Fernández.
Con el ingreso de Matías Galarza por Martínez, Alfaro apostó un poco más a la presencia física en el mediosector y se logró tener más presencia en ataque. La acción de mayor peligro se dio con un remate cruzado de Tony Sanabria, que Galindez tapó a medias. Tras un despeje corto, Cubas tomó la pelota y metió el derechazo que pegó en el travesaño izquierdo del arquero ecuatoriano, en lo que fue la ocasión más clara. Kendry Páez tuvo la única ocasión clara para la visita, pero su remate se fue desviado.
Ya a sabiendas que Argentina estaba goleando a Venezuela, solo se esperó el final del partido, que desató la euforia de la gente. El boleto al mundial norteamericano ya está el bolsillo y el pueblo, el país está de fiesta.