La mesa está servida. Pasaron 16 años desde que la selección paraguaya logró, en 2009, su pasaporte para Sudáfrica 2010. Esta noche, luego de varios sinsabores en los tres operativos posteriores, tiene al alcance de la mano el boleto al Mundial de 2026, cuando reciba a Ecuador en un estadio Defensores del Chaco preparado para desatar la euforia de más de 40 mil almas.
La Albirroja de Gustavo Alfaro necesita solo un punto para confirmar su lugar en la Copa del Mundo del año próximo, pero el objetivo de siempre es sumar de a tres y festejar por todo lo alto.
Esta selección, en la era del actual técnico argentino, ganó todos los partidos de local, incluyendo a los grandes del continente como Argentina, Brasil y Uruguay, por lo que esta noche intentará cerrar el ciclo con otro triunfo.
Las estadísticas también cuentan y las mismas dicen que Ecuador nunca pudo llevarse los tres puntos de Asunción. Además, los dirigidos por Sebastian Beccacece ya lograron su clasificación y jugarán sin la presión de otros partidos.
Sin dudas, la ausencia más sensible en la Albirroja será la de Julio Enciso y en segundo orden los de Mathías Villasanti y Fabián Balbuena, pero Alfaro siempre supo manejar este plantel como grupo, por encima de las individualidades, que es precisamente su principal característica.
SOLIDEZ DEFENSIVA
Este partido también marcará el cruce de dos de las selecciones con las defensas más sólidas de las eliminatorias, que encajaron muy pocos goles. De hecho, Ecuador solo tiene 5 tantos recibidos contra 10 de Paraguay, lo que marca la fortaleza de ambos. Alfaro conoce a la perfección las características de su rival, que tiene a jugadores de nivel, a los que dirigió en el pasado.
El aliento del público que se dará cita en el Defensores del Chaco también será decisivo para las chances de esta selección, que volvió a ilusionar a todos y que hoy tendrá la magnífica ocasión de ratificar todo lo que hizo bien en está última etapa.