El gran escritor paraguayo Ramiro Domínguez recibió un emotivo último adiós en su Villarrica natal, por la tarde de este jueves. Tras una misa en la catedral de la ciudad, el sepelio fue en el cementerio de Yvaroty.
Los estudiantes de la Escuela de Arte y Cultura de la Universidad Nacional de Villarrica del Espíritu Santo (UNVES) rindieron un homenaje al hijo ilustre Villarrica, a la llegada del féretro a la ciudad, por la mañana. Estuvieron autoridades, funcionarios y docentes de la universidad, así como familiares y amigos del laureado escritor, según reportó Gaceta Guaireña.
En la misa celebrada en la Catedral de Villarrica, dedicaron palabras el Dr. Ernesto Castellanos, en representación de la Universidad Católica de Asunción (UCA); el representante del Ateneo de la Lengua y Cultura Guarani leyó un texto del Maestro del Arte, en guaraní. También representantes de la Municipalidad de Villarrica, del Ministerio de Educación y Ciencias, la Comisión de Bilingüismo, el escritor Víctor Jacinto Flecha, de la Fundación Roa Bastos. Igualmente acudieron a la despedida el maestro guaireño Diego Sánchez Haase; estudiantes secundarios y de la UCA, informó el reportero gráfico Luis Vera.
En representación del Centro Cultural de la República El Cabildo, del Congreso Nacional, Ana Martini expresó: “Traemos al maestro Ramiro Domínguez, no solamente el recuerdo y el saludo, si no fundamentalmente la honra de la cultura paraguaya y de sus cultores, ya que, como ustedes saben, todo el año que pasó, que fue el año de conmemoración del centenario de Augusto Roa Bastos; nadie tan entusiasta, nadie tan valeroso y nadie tan representativo de la cultura paraguaya, no solamente por Paraguay, si no también en el mundo, fue el maestro Ramiro Domínguez, que nos acompañó, brilló y mostró algo que para él era importante, que era pintar su propia aldea, que era esta Villarrica del Espíritu Santo que tanto amaba”
Testamento
Tuvo repercusión a través de las redes sociales, una triste revelación del periodista Rino Giret, cercano al escritor, sobre las últimas horas de vida del mismo: “El escritor Ramiro Domínguez, premio Nacional de Literatura, pasó ayer seis horas en Urgencias de IPS sin recibir atención médica desde las 10 hasta las 16 hs; cansado y dolorido fue a una clínica y murió a la noche luego de tres infartos en una ambulancia, ingratitud indignante”.
Nacido el 14 de abril de 1930, en Villarrica, a unos 150 kilómetros de la capital paraguaya; el docente, escritor, abogado, dramaturgo, ensayista, sociólogo, poeta y antropólogo, falleció por la madrugada del miércoles 31 de enero pasado, a los 87 años de edad. Fue un reconocido poeta de la llamada Generación del 50 y Premio Nacional de Literatura 2009, con su libro “Primeros Poemas”.
Entre sus obras figuran “Zumos” (1962), “Salmos a deshora” (1963), “Las cuatro fases del Luisón” (1966), “El Valle y la Loma: Comunicación en comunidades rurales” (1966), “Los casos de Perurimá” (1969), “Mbói Yaguá” (1973), “Cantata Heroica a Pedro Juan Caballero” (1976), “Itinerario Poético” (1984), “Deslumbres” (1994), entre otras.
Las redes sociales también honraron la memoria de Ramiro Domínguez con la viralización de su poema titulado “Testamento”, publicado en su libro “Deslumbres” de 1994:
Ya a tiempo
De torcer el camino, te propongo
-con el corazón en la mano-
Un testamento, sin pliego ni testigos
No tengo
-como sabrás-extensos beneficios.
Apenas la mesa basta y el pan
Honrado que hemos compartido.
Sólo te dejo mi nombre,
Como parcela abierta a remover
Para los hijos de tus hijos.
Quiero abrirte de par en par
Las ventanas a Dios.
Porque es ciega la noche
Que se cierra a sus pasos benditos.
Camina a su lado siempre.
Una y otra vez
Vuelca los ojos al cielo. Cuando más oscuro
Te sea todo y sientas tu soledad como castigo.
Si supieras qué dulce
y serena paz te desborda
Cuando El está contigo.
Te dejo como herencia
Unos pocos amigos,
Que son después de ti, lo mejor
Que pude haber tenido.
No los cambies por nada.
Andando el tiempo
Podrás añadir otros, apartando la cizaña del trigo.
Atesora, entre tanto,
Lo que los años te traigan
Como bien más preciado.
En esto, da igual:
Tus aciertos y errores
-lo bueno y lo malo.-
Mira siempre de frente
A los demás.
Y sé tú misma,
Aunque por ello te pongan a un lado.
A mi me tendrás muy cerca.
Acaso mucho más cuando al fin te haya dejado.
Muy luego-como quien dice-,
A la vuelta de la esquina-
Nos volveremos a ver.
Y estaremos juntos
Ya por toda la vida