Rosa Brítez, la mujer de barro que conmovió a América “Yo criatura amasada con la tierra y el agua / llevo en el pecho el viento y en la frente la llama”, este verso de Josefina Plá puede describir la vida de Rosa Brítez, quien tomó el barro negro como elemento para crear.
La mitología paraguaya, el sol, la luna, la fauna local -con los tatu bolita, son parte del imaginario de su obra que fue vista en Alemania (1994), Corea (2001), Chile y Uruguay (2003), México (2004) y Francia (2005).
“Yo soy lo que soy porque hago del barro lo que quiero”, aclamaba la artesana. Esa tierra que le daba el barro negro la cobijará tras su muerte. Sus restos serán velados en su galería de arte , en el Km. 36,5 de la Ruta 1, Ciudad de Itá.
La “Ceramista de América” -nombrada así en 1989- decía que la cultura es acción no sólo ideas. Por eso trabajó de manera incansable para plasmar con sus manos lo que tenía en su corazón. Sus piezas conquistan tanto a grandes conocedores del arte, como al pueblo mismo que le inspira sus personajes.
Distinguida con varios premios recibió la Orden Nacional al Mérito Comuneros, en 2014.
Los broseritos
“Los broseritos” “Todo eso yo hago con mi marido”, me contó picarona hace muchos años cuando la entrevisté en su casa ubicada en Itá, la ciudad que la vio nacer en 1941”, escribe la escritora Milia Gayoso, editora de Espectáculos de La Nación al recordar a Rosa.
Doña Rosa Britez se refería las decenas de posiciones amatorias llevadas al arte en la serie que denominó “Los broseritos (groseritos)” y que en laExpo Sevilla de 1992 llamó la atención del mismísimo Rey Juan Carlos de España.
“Esta colección de figuras eróticas trabajadas en baño negro (ñu) son algunas de las obras que realizó a lo largo de su fructífera vida de artista popular. Su obra le valió reconocimientos, pero como toda artista humilde, no pudo vivir de ella como lo merecía”, señala Gayoso.