El significado de ventana de oportunidad, más allá de lo que el sentido común pueda expresar, significa en términos de las políticas públi­cas y de la economía de los países un proceso de cambios que generan espacios de conveniencias para el progreso de una nación mediante incentivos que posibilitan la radi­cación de inversiones así como el mejoramiento de su infraestruc­tura.

La ventana de oportunidad, por tanto, permite que las personas y las empresas cuenten con un ambiente de predecibilidad y segu­ridad no solo a corto plazo, sino especialmente a largo plazo. Si se analiza desde esta perspectiva, notaremos que el gobierno actual en menos de un año de gestión está llevando a cabo una notable tarea en propiciar un mejor ambiente económico como político, de manera tal que los mercados nacio­nales como extranjeros se percaten que Paraguay es ciertamente un lugar de oportunidades.

La estabilidad macroeconómica es una de ellas, así como leyes como el Hambre Cero en favor de nuestra niñez, por citar solo dos ejemplos, entre otros.

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Nada es fácil en un contexto inter­nacional donde los países se juegan por sus intereses. El ejemplo más claro de esto último es lo sucedido con el reciente acuerdo en la tarifa de Itaipú, donde tanto Brasil como nuestro país expresaban diferen­cias notorias y conocidas por la opi­nión pública.

Tanto nuestro Gobierno como el de Brasil tenían propuestas concre­tas sobre el precio de la tarifa de la electricidad. Desde el Gobierno, Paraguay desde un inicio expuso de manera clara y transparente su posición por una tarifa más alta y Brasil exponía lo contrario, contar con una tarifa de electricidad más baja posible.

No fue fácil llegar a un acuerdo por­que mientras que Paraguay insis­tía en los 22 dólares por kW/ mes, el Brasil se reafirmaba en que la misma debería ser por lo menos 12 dólares kW/ mes. Dadas estas circunstancias, nuestro gobierno logró lo que parecía imposible.

Ambos países lograron alcanzar un acuerdo por el que se determinó el precio de la tarifa en 19,28 dóla­res por kW/ mes, donde además de lo mencionado la Administración Nacional de Electricidad (Ande) pueda comprar energía a precio de costo, con el importante agregado de que nuestro país tendrá la opor­tunidad de ofrecer la electricidad en el mercado eléctrico brasileño a precio de mercado.

Recibir 1.250 millones de dóla­res de ingresos anuales es un logro histórico que merece ser elogiado por la misma oposición, si la misma existiera en tal carácter.

La cuestión es que cuando ciertos sectores se expresan sin funda­mento alguno debido que no tie­nen ideas superadoras diciendo que este acuerdo no ha sido el mejor, pues entonces deberían en primer lugar saber que una negociación para un acuerdo tan importante como el que se llegó con Brasil requiere de coincidencias sin que ello implique una imposición para la otra parte, cuestión elemental que muchos de los llamados oposi­tores no toman en cuenta porque solo están dispuestos a tirar pie­dras en vez de construir.

La realidad es que recibir 1.250 millones de dólares de ingresos anuales es un logro histórico que merece ser elogiado por la misma oposición, si la misma existiera en tal carácter.

La diferencia entre los que desean construir y los que pretenden seguir tirando piedras está en que los primeros abren ventanas de oportunidades para todos sin excepciones y, los otros, se empe­ñan en seguir con la vetusta pré­dica del odio y del resentimiento.

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