Con motivo de recordarse el Día de la Industria, el ministro de Industria y Comercio apuntó algunos números que revelan la situación actual del sec­tor fabril, que son motivo de satisfacción por lo que implican para el presente y el futuro del país. Como se ha dicho, las cifras son positivas, pero tenemos que seguir creciendo aún mucho más para dar mayor solidez a la situación económica y social del Paraguay.

En estos últimos cuatro años la industria para­guaya ha crecido en 6,4%, mediante la gestión de este Gobierno. Y si se traduce este porcentaje en número de nuevos empleos, tenemos que desde el 2013 la cantidad de trabajadores que consiguieron ocupación en el sector fabril es de 31.959 personas. O sea que el número de empleados de la industria aumentó en 23,57%, más de una quinta parte de lo que había hace 4 años.

La expansión porcentual del 6,4% de la industria nacional parece no decir mucho si se la mira como un número frío. Pero si se la compara con el 1,6% que aumentó durante la administración de Nica­nor Duarte Frutos representa un 300 por ciento más, y frente al 2,1% del período Lugo-Franco constituye un alza del 204 por ciento. Lo que quiere decir que en tan solo cuatro años se hizo casi tanto como en los diez años anteriores en materia de pro­greso fabril.

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Uno de los capítulos resaltantes de esta histo­ria exitosa es que en cuatro años de gestión se ha logrado traer al país 92 nuevas industrias de expor­tación bajo el régimen de maquila, que son fábricas en las que se transforman artículos ingresados al país para ser reenviados al exterior con su con­siguiente beneficio en el ingreso de divisas por el valor agregado que se le aplicó aquí.

Paraguay, que es reconocido por ser gran productor de materias primas, tiene que pasar ahora a la siguiente etapa, que es transformar los productos primarios en sus industrias y exportarlos a todo el mundo con valor agregado.

Según la contabilidad del ministerio del ramo, estas 92 nuevas industrias han exportado hasta ahora por valor de 1.211 millones de dólares, lo que representa un incremento del 111% frente a lo exportado en similar período anterior. Y han posibilitado nuevos puestos de trabajo para 7.500 personas, muchas de las cuales han recibido capa­citación y entrenamiento especial en las fábricas matrices que tienen estas empresas en otros países.

Como ha dicho el ministro de Industria y Comer­cio, mediante esta actividad, centenares de vehícu­los de afamadas marcas alemanas, japonesas, coreanas, francesas que circulan por el mundo llevan piezas y partes que se industrializaron en el Paraguay.

El ensamblaje de vehículos automotores ha sido otro de los sectores fabriles de gran dinamismo. Varias empresas de capital nacional están ensam­blando diversos tipos de automotores y en los últi­mos años han puesto a punto alrededor de 4.500 vehículos, la mayoría de los cuales se comercia­liza con éxito en el mercado local. Este sector da empleo a 1.200 trabajadores en todo el país, por lo que su impacto social es también de importancia.

Paraguay, que es reconocido por ser gran produc­tor de materias primas, tiene que pasar ahora a la siguiente etapa, que es transformar los productos primarios en sus industrias y exportarlos a todo el mundo con valor agregado. Los países más avanza­dos del mundo así lo han hecho para llegar a donde están hoy.

Eso lo han comprendido cabalmente las autorida­des actuales y por eso están empeñadas tenazmente en hacer que aumenten las inversiones, en atraer a inversionistas de todo el mundo para que vengan al país para abrir nuevas fábricas y hacer que la evolu­ción industrial sea cada vez mayor. Por esta razón, altos funcionarios nacionales invierten gran parte de su tiempo recorriendo países y economías más grandes para mostrar las bondades del Paraguay.

Nuestro país tiene ventajas comparativas muy altas, pues aparte de ser buen productor de mate­ria prima, tiene suficiente energía eléctrica barata y renovable, además de una población joven con ganas de aprender y progresar. Esto sin conside­rar otros factores como los niveles impositivos más bajos de la región, una macroeconomía sólida y un clima de negocios muy favorable

El buen desempeño industrial registrado en los últimos años tiene que ser reconocido y valorado a fin de que el sector reciba más impulso todavía. Solo de ese modo nuestro país podrá conseguir los grandes logros que se requieren para el bienestar de la cada vez mayor cantidad de paraguayos.

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