Un alto funcionario del Gobierno reveló que, a fines de diciembre del 2013, los eternos ganadores de la licitación para el transporte de combustible de Petropar ofrecieron al presidente Horacio Cartes un promedio de US$ 6 millones año, en concepto de "agradecimiento", por dejarles seguir con el negocio del flete que manejaban hace más de 15 años en la petrolera estatal. El ente abrió la licitación, ganó otra empresa y ahora se ahorran unos US$ 22 millones para el Estado.

Por Jorge Torres Romero

Históricamente, la empresa estatal Petróleos Paraguayos (Petropar) ha sido una empresa deficitaria. En la era democrática, los sucesivos gobiernos echaron mano de este estratégico ente público para hacerse de recursos a través de grandes negociados que la terminaron desangrando financieramente, dejándola al borde de la quiebra.

Publicaciones periodísticas hablan de que en el 2012, Petropar arrastraba una pérdida acumulada de 251 millones de dólares. A la que debía sumarse la millonaria deuda, cercana a los 300 millones de dólares, con Petróleos de Venezuela SA (PDVSA).

En el 2010, durante la administración de Juan Alberto González Meyer, el ejercicio fue cerrado con saldo positivo, pero no por la buena gestión de González Meyer, sino porque el gobierno de entonces abandonó el subsidio al precio del gasoil. También, en otro momento, la coyuntura internacional de los precios le favoreció.

Luego, bajo la administración de Sergio Escobar, la empresa se llenó de funcionarios que ingresaron sin ningún tipo de concursos de méritos y aptitudes, entre los que figuraban recomendados políticos y sindicales, y otros. Según los datos, en un sólo día, Escobar nombró a 148 funcionarios: 109 para la Planta de Troche y 39 para la oficina central del ente en Villa Elisa.

A principios del 2012, Petropar desembolsó irregularmente a la proveedora Blue Oil la suma de 795.650 dólares en una operación sobrefacturada para la adquisición de gasoil. El caso incluso fue investigado por la Fiscalía de Delitos Económicos.

Otro gran negociado que convirtió en millonarios a varios funcionarios y proveedores de Petropar fue el servicio de fletes que anualmente contrataba la petrolera. Sólo en este negocio se movía un promedio de 56 millones de dólares cada año y una empresa argentina, liderada por dos hermanos de apellido López, tuvo prácticamente el control del negocio por más de 15 años.

Según los registros de la petrolera, en concepto de flete se pagaban, en promedio, 66 dólares por metro cúbico. Petropar traía 850.000 metros cúbicos por año. Es decir, gastaba anualmente en flete US$ 56 millones.

Este monto se pagó, prácticamente sin variación, en los diferentes gobiernos y los proveedores, pese a que todo se hacía vía licitación, siempre eran los mismos: los hermanos "pitufos".

Un alto funcionario del Gobierno, cercano al presidente Horacio Cartes e integrante del Equipo Económico, reveló que los citados empresarios ofrecían a cada gobierno de turno un maletín con 6 millones de dólares, limpio de polvo y paja, a cambio del mantenimiento de sus contratos, que eran renovados cada dos años en Petropar. Según esta fuente, a finales del 2013 habrían hecho la propuesta al presidente de la República, sin embargo, la oferta no fue acompañada y terminaron perdiendo el negocio de tantos años.

En el 2015, cuando venció el contrato que la petrolera firmó en el 2012, la entidad estatal decide convocar a una nueva licitación para el transporte de los combustibles y permitiendo la entrada de nuevos concursantes. Esta vez, la empresa adjudicada ofertó US$ 47,7 el metro cúbico y Petropar terminó pagando US$ 40 millones por año. Es decir, US$ 16 millones menos.

Este año, en la misma licitación de Petropar, nuevamente con la participación de más oferentes, la entidad obtuvo el precio de US$ 40,5 el metro cúbico, por lo que estará pagando por el mismo volumen anual de transporte de combustible, 850.000 metros cúbicos, US$ 34 millones. Esto significa, US$ 22 millones menos, por año, en comparación a la era de "los pitufos".

Cuando el gobierno de Cartes tomaba la administración de Petropar, la empresa contaba con 145 millones de dólares de patrimonio negativo y del 2013 a esta parte la situación se revirtió. Pero, para ello, se tuvieron que tomar medidas drásticas y combatir frontalmente la corrupción.

La petrolera tuvo tres presidentes en la era Cartes. En agosto del 2013 asumió Fleming Duarte, pero un año después renunció al cargo por motivos particulares. Le siguió Rómulo Campos Krauer, quien fue removido en abril del 2016, tras una denuncia sobre supuestas sobrefacturaciones en el proceso licitatorio por la adquisición de garrafas por un valor de US$ 4 millones.

Luego asumió Eddie Jara, quien el mes pasado cumplió un año en la institución. Esta semana, Jara anunció que la petrolera estatal acumula una ganancia de US$ 17 millones en lo que va de este año y US$ 33 millones de patrimonio positivo.

Otro aspecto relevante tiene que ver con el cambio de imagen de la empresa estatal, que incursionó con su propio emblema en el mercado de los combustibles, generando una competencia que redunda en favor de los consumidores, puesto que la mayoría de los productos los comercializa a un menor costo.

Esta expansión en sus negocios le generó confrontaciones con los emblemas del sector privado, que acusaron al Ministerio de Industria y Comercio (MIC) de establecer abusivos decretos y normativas contra el sector para favorecer a la estatal, como el "atropello" a sus inversiones que sufre el gremio del sector gas licuado de petróleo (GLP).

Sin embargo, la innovadora venta móvil de gas fue considerada un verdadero avance comercial y social, ya que impacta directamente en la canasta familiar de los hogares.