La combinación entre santiago Arzamendia y Diego Churín, se ha convertido en el arma más poderoso de Cerro Porteño en los últimos tiempos. Los centros precisos del juvenil y la capacidad de definición del argentino, es una jugada conocida, pero inevitable para los rivales.

Los centros de Arzamendia y el oportunismo de Churín le dieron nuevamente una victoria muy necesaria a Cerro Porteño sobre el Defensor Sporting, partido correspondiente al Grupo 1 de la Copa Libertadores, que lidera justamente el equipo paraguayo con dos victorias seguidas.

Si bien tiene muchas dificultades para marcar Santiago Arzamendia ha sabido compensar ese mal con las subidas constantes y los centros, que más bien son pases a la cabeza de los delanteros, específicamente Diego Churín, quien es el que mejor interpreta dónde caerá la pelota.

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La exquisita zurda de “Arza” apareció en la segunda rueda del Clausura 2017 y a partir de ahí, Cerro hizo uso de este recurso. Como es volante creativo de origen, el juvenil azulgrana tiene una pegada distinta y es especialista en habilitar con centros.

Este martes fue nuevamente protagonista estelar junto a su mejor intérprete, que hizo estallar la Nueva Olla en el minuto 96. Asistió como de costumbre para el primer gol, que fue de un córner corto y el segundo, hasta con la derecha, para que Diego Churín se anticipe a todos, hasta al línea que no vio el fuera de juego, que fue bien aprovechado por el Ciclón.

La combinación Arzamendia-Churín le dado exactamente 15 puntos a Cerro en los últimos tiempos.

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