El FIFAgate es considerado el escándalo de corrupción más grande que ha ensuciado al fútbol, y en el que "cayeron" altos dirigentes que han manejado por décadas el balompié mundial. En el sonado caso están implicados pesos pesados de la Federación Internacional de Fútbol Asociados (FIFA), exdirectivos de la Concacaf y de la Conmebol, entre ellos los paraguayos Juan Ángel Napout y Nicolás Leoz, cabecillas de todos los delitos cometidos, según informes de la justicia norteamericana y testigos claves que siguen declarando hasta ahora.
Algunos de los delitos por los cuáles están acusados y procesados varios de los exdirectivos del fútbol mundial son, fraude, lavado de dinero, soborno y asociación criminal. Se calcula el monto de las coimas con las empresas dueñas de los derechos de televisación y las algunas marcas publicitarias, superan los US$ 150 millones.
La empresa acusada de casi todos los pagos de sobornos, es Datisa, el conglomerado conformado por Full Play, de Mariano y Hugo Jinkis, Torneos y Competencias, del también argentino Alejandro Burzaco y Traffic Sports, con sede en Estados Unidos y que tenía como fundador al experiodista brasileño, José Hawilla. Todos ellos se habrían adjudicado los derechos de televisación y comercial, de las competencias más grandes de Concacaf y Conmebol. Tenían adquiridos todos los paquetes hasta la Copa América 2016. Se presume que los hechos de sobornos y otros delitos, vienen desde 20 años atrás como mínimo.
La justicia de Estados Unidos, encabezada por la famosa fiscal Loretta Lynch, ya venía investigando el caso desde el 2011 aproximadamente, pero el caso “explotó” el 27 de mayo del 2015, cuando autoridades norteamericanas y suizas irrumpieron abruptamente el Congreso número 65 de la de la FIFA, en el que se encontraban los directivos más poderosos del fútbol mundial.
Tras ingresar al Hotel Baur Au Lac de Zúrich, las autoridades policiales detuvieron a siete altos dirigentes de la FIFA, con el objetivo de extraditarlos a Estados Unidos, donde serían juzgados con todo el peso de la ley.
Juan Ángel Napout se había salvado en ese entonces, pero la libertad no le duró mucho, ya que siete meses después, en diciembre del 2015, fue detenido en Suiza, siendo actual presidente de la Conmebol, junto a Alfredo Hawitt, quien al igual que el paraguayo, en ese entonces era vicepresidente de la FIFA. Acusados de sobornos, asociación criminal, lavado de dinero y otros delitos, estaban obligados a comparecer ante la justicia de Estados Unidos.
Siempre declarándose inocente, Napout aceptó ser extraditado unos días después a EE.UU., donde continúa hasta ahora con prisión domiciliaria.
Las investigaciones y las declaraciones los testigos claves (dueños de las empresas televisivas), confirman que se pagaron millones de dólares en coimas a todos los directivos de la Confederación Sudamericana de Fútbo. El presidente en ese entonces de la Conmebol, el uruguayo Eugenio Figueredo, habría recibido US$ 3 millones, los titulares de las Federaciones de Argentina y Brasil, Julio Grondona y José María Marín recibían US$ 1 millón y medio, mientras que el resto de los presidentes de federaciones, entre ellos, Juan Ángel Napout, habrían “embolsado” cerca del millón de la moneda norteamericana.
Los paraguayos involucrados
Los paraguayos involucrados directamente en el caso FIFAfate, son los dos expresidentes de la APF y la Conmebol, Juan Ángel Napout y Nicolás Leoz.
Leoz, exmiembro del Comite Ejecutuivo de la FIFA y presidente perpetuo de la Conmebol (27 años), fue imputado en el 2015, un poco después del escándalo en Suiza. La justicia norteamericana comenzaba el proceso de capturar a todos los que habían participado en delitos económicos, desde 1990 y el paraguayo era uno de los blancos principales del equipo de la fiscal Loreta Lynch.
Desde entonces, se ha pedido la extradición de Nicolás Leoz, pero el jerarca más reconocido de los últimos tiempos del fútbol sudamericano, ha alegado innumerables motivos y ha “chicaneado” en todo momento, para evitar su comparecencia ante la justicia nortemaericana, que tendría pruebas contundentes de haber recibido dinero malhabido. Los empresarios dueños de los derechos comerciales y televisivos que pagaron las coimas, aseguran que todo el dinero que era para la Conmebol, casi siempre fue a parar en su cuenta personal.
Uno de los principales motivos por el que nunca se ha investigado sobre el hecho de corrupción en la Conmebol, ha sido la famosa ley 1070, que le daba inmunidad al ente máximo del fútbol sudamericano.
Gracias a esa orden, ni jueces, ni policías, podían ingresar a revisar la sede de la Confederación, algo increíble que poca gente sabía y que Leoz había logrado en 1997, obviamente con el objetivo de blindar todos los movimientos internos de la Conmebol.
Esa invulnerabilidad terminó en junio del 2015, cuando el presidente Horacio Cartes, por medio de la promulgación de una ley, derogó ese privilegio al ente del fútbol sudamericano.
Entre las 240 páginas que tiene el caso de FIFAgate, el protagonismo de Juan Ángel Napout tiene ocupado un par de espacios.
Aunque él se declara inocente en todo momento, la fiscalía norteamericana asegura que el paraguayo recibió dinero sucio, tanto cuando era presidente de la APF, como titular de la Conmebol.
Se afirma que Napout estaba al tanto de todo el esquema de corrupción que lo precedía, pero nunca se atrevió a cambiar el sistema y solo se dedicó a continuar, a cobrar coimas y por ende, cayó constantemente en los mismos delitos de sus antecesores.
El exvicepresidente de la FIFA, que tiene prisión domiciliaria y enfrenta juicio en Nueva Yotk, fue “ensuciado” aún más en las últimas semanas., cuando el capo máximo de Torneos y Competencias, una de las empresas involucradas en el pago de sobornos, Alejandro Burzaco, declaró y culpó a Napout de haber recibido innumerables coimas. El directivo de TYC, confirmó que el paraguayo recibió unos 2.700.000 dólares aproximadamente de "dinero sucio" para favorecer a la empresa mencionada y que había una promesa de casi US$ 6.000.000 más, si los “negocios” seguían firmes.
Burzaco, quien se declaró culpable y colaboró en todo momento con la fiscalía estadounidense, contó cómo Juan Ángel Napout había planeado echar a Eugenio Figueredo de la presidencia de la Conmebol, pero había sido frenado por en ese entonces por Julio Grondona, expresidente de la AFA y uno de dos hombres más poderosos del fútbol sudamericano.
El pago de sobornos fue confirmado además por Santiago Peña, uno de los exempleados de confianza de los Jinkis, dueños de la empresa Full Play, que compone Datisa, la firma que monopolizaba todo los derechos televisivos y comerciales de esta parte del continente. Peña contó que le pagó a Napout la suma de un millón de dólares, solamente por la concesión de los derechos de la Copa América 2015.
¿Cómo comenzó todo?
Uno de los protagonistas principales de la historia de FIFAgate, es el norteamericano Chuck Blazer, el famoso “Topo” que destapó toda la "fiesta" de corrupción en el fútbol mundial. Blazer fue vicepresidente de la Federación de Fútbol de Estados Unidos y miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA. En el 2013 admitió haber aceptado sobornos para favorecer la concesión del Mundial 2010 a Sudáfrica, desechando la posibilidad de que se haga en Marruecos.
Para alivianar su condena, el norteamericano se prestó a ayudar a la justicia de su país. Fue el que se infiltró en las más altas esferas de la FIFA y grabó conversaciones muy comprometedoras, que eran suficientes pruebas para comenzar a “limpiar” el fútbol. Convenció a un par de dirigentes, admitir la culpabilidad y así que el “castigo” no sea tan severo como debía ser.
El “tío Chuck” o “Topo”, como se lo conocía, murió este año a causa de una enfermedad, y aunque fue uno de los que ensució el fútbol, ayudó a iniciar una de las investigaciones más grandes que ha involucrado al deporte más popular del mundo.
Renuncia de Blatter
Después del escándalo de mayo del 2015, el suizo Joseph Blatter renunció y dejó su puesto de presidente de la FIFA, luego de casi dos décadas. Con miedo a que se siga hurgando en el tema, terminó dejando la entidad máxima del fútbol mundial, a pesar del tibio apoyo de algunas Confederaciones.
Luego, fue suspendido junto a Michel Platini y otros directivos, a ocho años de inactividad total con cualquier tema referente al fútbol. El Comité de Ética de la FIFA, encontró indicios de pago de sobornos para la concesión del Mundial 1998, justamente en el tiempo de que Platini era consejero de Blatter.
Hasta ahora no el encontró hechos muy concretos de corrupción, pero aseguran que tarde o temprano, el suizo va a caer al igual que sus demás colegas y no habrá fianzas, ni medidas alternativas que lo salven.
¿Por qué se mete la justicia de EE.UU.?
La pregunta que todos se hacen es, ¿por qué se mete Estados Unidos en la cuestión? Es simple, para la justicia norteamericana, encabezada por Loretta Lynch, los hechos de sobornos se habrían realizado en suelo estadounidense y además se utilizaron sistemas bancarios del país.
Además, de los principales puntos, es que el que comenzó toda la historia fue Chuck Blazer, de nacionalidad estadounidense. Cuando fue descubierto, brindó todos los detalles de los delitos cometidos. Cómo hacían para no llamar la atención y cómo usaban a Estados Unidos para sus diferentes acciones.
Todos los involucrados en el caso
Jeffrey Web, exvicepresidente de la FIFA y extitular de la Asociación de Fútbol de Islas Caimán.
Eduardo Li, exmiembro del Comité Ejecutivo de la FIFA y de la Federación Costarricense de Fútbol.
Julio Rocha, expresidente de la Unión Centroamericana de Fútbol y expresidente de la Federación Nicaraguense de Fútbol.
Jack Warner, exvicepresidente de la FIFA y miembro de Federación de Fútbol de Trinidad y Tobago.
Eugenio Figueredo, expresidente de la Conmebol y la AUF (Asociación Uruguaya de Fútbol)
Rafael Esquivel, expresidente de la Federación Venezolana de Fútbol
Alfredo Hawit, expresidente de la Federación Hondureña de Fútbol.
Nicolás Leoz, expresidente de la Conmebol.
Juan Ángel Napout, extitular de la APF y la Conmebol.
Bayan Jiménez, expresidente de la Federación Nacional de Fútbol de Guatemala.
Héctor Trujillo, exdirectivo de la Federación Nacional de Fútbol de Guatemala.
Alejandro Burzaco, presidente de la empresa Torneos y Competencias.
Aaron Davidson, Presidente de Traffic Sports USA.
Mariano Hinkis, directivo de Full Play.
Hugo Hinkis, directivo de Full Play.
José Hawilla, el brasiñeo dueño y fundador de Traffic Group
Chuck Balezr (fallecido), exmiembro del Comité Ejecutivo de la FIFA.
Daryll Warner. Exoficial de Desarrollo de la FIFA.
Luis Chiriboga, expresidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol.
José María Marín, expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol.
Carlos Chávez, expresidente de la Federación Boliviana de Fútbol.
Luis Bedoya, expresidente de la Federación Colombiana de Fútbol
Sergio Jadue, expresidente de la ANFP (Chile) y exvicepresidente de la Conmebol.
José Luis Meiszner, argentino, ex Secretario General de la Conmebol.
Eduardo Deluca, argentino, exrepresentante de la AFA ante Conmebol.
Ariel Alvarado, expresidente de la Federación Panameña de Fútbol.
Marco Polo del Nero, actual presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol.
Rafael Callejas, expresidente de la Federación Nacional de Fútbol de Honduras.
Ricardo Teixeira, expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol.
Romer Osuna, expresidente de la Confederación Boliviana de Fútbol y extesorero de la Conmebol.
Manuel Burga, expresidente de la Federaicón Peruana de Fútbol.
Rafael Salguero, exrepresentante de la Concacaf ante la FIFA.
Reynal Vásquez, exdirectivo de la Federación Salvadoreña del Fútbol.
Muchos de ellos tienen orden de captura, algunos están arrestados,otros siguen aguardando juicios y hay quienes incluso ya tienen sentencias.