Madrid, España | AFP, por Gabriel RUBIO GIRON.

Dejadas atrás las lesiones, Gareth Bale encadena partidos y trata de reinstalarse en la galaxia blanca para lo que puede tener una nueva oportunidad el martes ante el París Saint-Germain, mientras que algunos sectores del entorno del Real Madrid cuestionan su continuidad.

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El galés ha encadenado nueve encuentros jugando, algo que no lograba desde 2015 cuando sumó 24 partidos consecutivos sobre el césped, lo que hace pensar en la posibilidad de que recupere cierta regularidad.

Tras perderse prácticamente dos meses de competición al inicio de la temporada, Bale ha vuelto a reaparecer desde comienzos de 2018, jugando 14 encuentros, contando todas las competiciones, y marcando 6 goles.

“Cada día se encuentra mucho mejor, es lo que queremos: ver a un Gareth al 100%. El otro día hizo un gran partido, un gol, lo más importante es su participación en el juego y lo ha hecho muy bien”, dijo el técnico del Real Madrid Zinedine Zidane, en referencia al partido de Liga contra el Alavés (4-0), en el que marcaron los tres componentes de la BBC, dos años después de hacerlo por última vez.

El ‘expreso de Cardiff’ jugó en la banda izquierda y mostró su mejor juego, el que podría valerle ser titular el martes en el Parque de los Príncipes.

- Eslabón débil -

Ante un PSG necesitado de goles, tras perder 3-1 en la ida en Madrid, y que debería volcarse hacia adelante para tratar de remontar la eliminatoria, la velocidad de Bale podría ser crucial.

Pero, el jugador que llegó del Tottenham en 2013 por unos 100 millones de euros también parece ahora el eslabón más débil de la ‘BBC’, el tridente formado por Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y el galés, porque ya no es indiscutible para Zidane.

“Cristiano se hace fuerte con goles, Benzema es una apuesta perpetua de Zidane mientras éste siga al frente de la nave blanca y el galés es el extremo de la cuerda más débil ante las acometidas a la titularidad de Isco y Asensio”, recordaba el diario AS, después que Bale empezara el partido de ida contra el PSG en el banquillo.

Bale no escondió su disgusto con esta decisión y es que, desde septiembre, solo ha completado un partido, precisamente contra Alavés.

Las lesiones no han ayudado a un jugador, que también ha sido probado en varias posiciones por su técnico.

Zidane ha colocado al galés hasta en cuatro posiciones, incluido como único delantero en punta ante el Espanyol (derrota 1-0), pero su chispa se apaga en cuanto se aleja de su banda.

“Probablemente no hay jugador en el mundo con más cualidades y pocos con menos eficacia para agruparlas”, analizó en AS el periodista Santiago Segurola, para el que el galés “tiende a funcionar como un elemento extraño en el equipo”.

- Destellos de genio -

“Lo que tanto entusiasmó de Bale en el Tottenham, su capacidad para ganar partidos por su cuenta, no le funciona en un Madrid sembrado de estrellas y en un fútbol que está en las antípodas del viejo estilo inglés”, añadió Segurola.

El jugador ha contado con momentos estelares como su crucial gol para superar al Atlético de Madrid en la final de la ‘Champions’ de 2014, o su memorable cabalgada con gol final para ganar al Barcelona en la final de la Copa del Rey de ese mismo año.

Sin embargo, para algunos, estos destellos son demasiado escasos para un jugador que llegó, en principio, destinado a recoger el testigo de Cristiano Ronaldo.

Cinco años después de su llegada, esta expectativa no parece haberse cumplido y algunos lo sitúan ya fuera del Real Madrid tras el fin de la temporada.

“El Real Madrid ya ha tomado la decisión de vender a Gareth Bale la próxima temporada”, afirmaba recientemente el diario Marca.

El martes, en el Parque de los Príncipes, tal vez cuente con una nueva oportunidad para reafirmarse.

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